Air Europa y su matriz Globalia aseguran ser víctimas del fuego cruzado de la política. En medio de un escenario político convulso, la aerolínea y su empresa madre se ven envueltas en una situación compleja, donde intereses políticos parecen estar afectando su operatividad. Ambas entidades han emitido declaraciones en las que denuncian ser objeto de ataques injustificados que ponen en riesgo su reputación y estabilidad financiera. La incertidumbre en torno a su futuro se ha incrementado, generando preocupación en el sector aéreo y entre los pasajeros habituales. Este nuevo capítulo en la historia de Air Europa y Globalia plantea interrogantes sobre el impacto que la política puede tener en el mundo empresarial y cómo las decisiones gubernamentales pueden influir en el desarrollo de las compañías.
Air Europa y Globalia se defienden: Víctimas del fuego cruzado político
Air Europa y su matriz Globalia han salido este viernes al paso de las noticias aparecidas en los últimos días que las relacionan injustificadamente con acciones a las que son por completo ajenos, en referencia al caso Koldo, y aseguran que son víctimas del fuego cruzado de la política.
Las compañías han exigido en un comunicado que, respetando el derecho de cada cual a cumplir con sus funciones como estime conveniente, se mantenga al margen de la contienda política a una empresa que ocupa una posición estratégica en la economía española y que siempre se ha limitado a estar al servicio de sus millones de clientes.
En cuanto a las ayudas que recibió Air Europa durante la pandemia, que causó un gravísimo perjuicio en la actividad y las cuentas de la compañía, aclaran que, como empresa estratégica, reunía todas las condiciones necesarias para aspirar a las mismas.
Air Europa recibió 616 millones de euros de ayudas públicas por la pandemia, 475 de ellos en un préstamo de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), con cargo al Fondo de Apoyo a la Solvencia de Empresas Estratégicas, y 141 millones en un crédito sindicado de varios bancos, de los que 35 millones fueron aportados por el Instituto de Crédito Oficial (ICO), que a su vez avaló el importe restante.
Asimismo, subrayan que, para la obtención de esas ayudas, Air Europa actuó siempre dentro de los cauces que marcaba la legislación vigente e insisten en que su plan de viabilidad fue revisado por los asesores internos de la SEPI y certificado por asesores externos, PwC y Cuatrecasas, y por la Abogacía del Estado.
Por tanto, las ayudas recibidas por Air Europa se ajustan a los parámetros de otras ayudas recibidas por distintas empresas del sector en España y en el resto de Europa, añaden en el comunicado remitido a los medios de comunicación.
También explican que el acuerdo que una de las empresas de Globalia suscribió con el Instituto de Empresa y su proyecto África Center, dirigido entonces por la mujer del presidente del Gobierno, Begoña Gómez, no llegó nunca a ejecutarse y en absoluto guarda relación con las actividades empresariales de Air Europa.
Air Europa y Globalia están muy presentes estos días en los medios después de que se conociera que uno de sus exasesores Víctor de Aldama era un supuesto comisionista del caso Koldo y que había una relación entre Wakalua y la mujer de Pedro Sánchez antes de que se concedieran las ayudas a la aerolínea.
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