Alberto Ginés se enamora del piso parisiense: el español termina séptimo en la prueba combinada de escalada en los Juegos Mundiales

Alberto Ginés se enamora del piso parisiense: el español termina séptimo en la prueba combinada de escalada en los Juegos Mundiales

En un emocionante día de competencias en los Juegos Mundiales, el escalador español Alberto Ginés logró un destacado séptimo lugar en la prueba combinada de escalada. La competencia, celebrada en el piso parisiense, reunió a los mejores atletas del mundo en esta disciplina, y Ginés demostró su habilidad y resistencia en las diferentes modalidades de escalada. El español se mostró satisfecho con su resultado, ya que superó sus propias expectativas y se impuso a otros grandes nombres del deporte. Esta destacada actuación de Ginés es un gran logro para el deporte español, que sigue sumando éxitos en el panorama internacional.

Alberto Ginés termina séptimo en la prueba combinada de escalada en los Juegos Mundiales

El español Alberto Ginés, campeón olímpico de escalada hace tres años en Tokio, no tendrá medalla en París 2024, tras una mala participación en la prueba de bloques que le lastró para su especialidad, la de dificultad.

El cacereño de 21 años incluso realizó su concurso de dificultad sabiendo que no tenía opciones de colgarse un nuevo metal, porque tres participantes que le precedieron habían ya sumado más puntos de los que él podía conseguir llegando a la cima del muro.

Pese a ello, Ginés completó una buena participación en dificultad, en la que se quedó a menos de ocho puntos de la cima, una actuación meritoria que no le sirvió para pelear por las medallas.

Pagó caro su mal papel en la prueba de bloques, la misma que estuvo a punto de dejarle fuera de la final. Pero entonces, su gran actuación en la de dificultad, en la que obtuvo la mayor puntuación, le permitió para acabar entre los ocho mejores.

Ginés, que tras ganar en Tokio ha tenido unos años irregulares que le llevaron a arrancar la plaza para París de forma dificultosa, llegó a la defensa de su título en el puesto trece del ránking.

Con una prueba totalmente diferente de la de los anteriores Juegos, después de que desgajaran la disciplina de velocidad, convirtiéndola en una nueva medalla, Ginés vio como sus opciones quedaban algo más hipotecadas.

Su retraso en los bloques era un lastre demasiado difícil de superar. Apenas sumó 24,1 puntos, la cifra más baja de los ocho finalistas, frente a los 69,3 del japonés Sorato Anraku, número 1 del mundo, que lideró la primera fase por delante del estadounidense Colin Duffy, con 68,3 y del británico Toby Roberts, tercero con 63,1.

El español no pudo sumar ningún punto en el primer bloque, lo que le afectó moralmente para el resto de la competición. Se quedó con cero puntos en una prueba en la que cinco rivales llegaron a la cima, entre ellos el japonés Sorato Anraku, número 1 del mundo, que lo hizo a la primera.

En el segundo, la placa, se atragantó en la segunda dificultad, que solo el nipón superó.

Mejoró el español en el tercero, la pared vertical, pero no superó el segundo punto, que solo llegó a franquear el británico Tony Roberts, número 2 del mundo.

Cerró su participación de forma similar en un muro que requería impulso y coordinación, superando solo dos puntos de paso en una pared en la que el estadounidense Colin Duffy, número 6 del ránking, fue el único en resolver hasta el final.