En la era de la conectividad constante, es común dejar nuestros dispositivos móviles expuestos al sol durante períodos prolongados de tiempo. Sin embargo, esta práctica puede tener consecuencias graves que ponen en riesgo la integridad de nuestros teléfonos y, lo que es peor, nuestra propia seguridad. El uso excesivo del sol en tu dispositivo puede generar daños irreparables en la batería, el sistema operativo y la estructura física del teléfono. Además, los peligros que se esconden detrás de esta práctica pueden afectar nuestra privacidad y seguridad personal. En este artículo, exploraremos los riesgos que conlleva dejar tu móvil al sol durante varias horas y qué medidas puedes tomar para proteger tu dispositivo y tus datos.
El peligro del sol: ¿Qué pasa si dejas tu móvil al sol durante varias horas?
Con la llegada del verano, las altas temperaturas se convierten en un problema para los teléfonos móviles. El sobrecalentamiento del dispositivo es un riesgo muy común y perjudicial para la batería y la vida del teléfono en general.
Mantener la temperatura constante es clave para evitar problemas en el teléfono. De esta forma, la batería durará más y la vida del dispositivo será mayor.
¿Qué pasa si se sobrecalienta el móvil?
Muchos teléfonos incorporan un sistema de seguridad que impide su uso si supera los 45 grados de temperatura, haciendo que algunas funciones no se ejecuten para no aumentarla más.
En los días de gran calor, no es recomendable utilizar aplicaciones que hagan trabajar demasiado a la CPU o al GPS, dos elementos que elevan la temperatura.
Las baterías, al basarse su fabricación en elementos químicos, son la parte del móvil que más sufre las altas temperaturas. De esta forma, pueden degradarse y disminuir su funcionamiento, o incluso pueden llegar a explotar.
Otra parte a tener en cuenta es la pantalla, ya que el calor puede provocar que estas (en realidad son varias capas pegadas) tengan problemas al ablandar el pegamento que las mantiene unidas. Otro caso sería lo que les puede ocurrir a las pantallas de cristal líquido, que pueden sudar y hacer que sus píxeles exploten y rompan el cristal en ese punto. Esto es un caso muy raro y solo se da en momentos muy extremos.
¿Qué hacer si el teléfono se sobrecalienta?
La disipación del calor en los teléfonos no depende de los ventiladores, como en el caso de los portátiles, sino que se basa en su diseño y capacidad de repartir el calor.
Una cosa que nunca se debe hacer para intentar enfriar el dispositivo es meterlo en el frigorífico, ya que la humedad de su interior tampoco es buena para el móvil. Lo mejor es dejarlo frente a un ventilador o en una zona en la que se beneficie del aire acondicionado.
Otra solución, y puede que la correcta, es apagar el teléfono, quitarle la carcasa y dejarlo en un sitio oscuro y fresco. Además, existen aplicaciones que mantienen el control de los componentes para que nunca superen la temperatura máxima y que avisan cuando esto ocurre.
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