- Bangladesh: la fábrica de ropa barata del mundo se enfrenta a crisis social luego de brote de disturbios y protestas.
- Bangladesh: la fábrica de ropa barata del mundo en crisis social
- La industria textil, columna vertebral de la economía de Bangladesh
- La crisis social y política amenaza la industria textil
En el corazón de la industria textil global, Bangladesh, país considerado la fábrica de ropa barata del mundo, se enfrenta a una crisis social sin precedentes. Después de una serie de disturbios y protestas que han sacudido al país, las condiciones laborales y sociales de los trabajadores de la industria textil han alcanzado un punto crítico. Las exigencias de mejores salarios y condiciones laborales han llevado a miles de trabajadores a tomar las calles, bloqueando carreteras y enfrentándose a la policía. La situación es cada vez más tensa, y se teme que la crisis económica y social pueda tener graves consecuencias para el país y la industria textil mundial.
En diciembre de 2010, el vendedor ambulante Mohamed Bouazizi se inmoló en la ciudad tunecina de Sidi Bouzid para protestar por la decisión de la policía de despojarle de sus pertenencias. Ese fue el inicio de la Primavera Árabe, una serie de rebeliones y manifestaciones que se extendieron por gran parte del mundo árabe entre 2010 y 2012 en protesta por la falta de derechos sociales, provocando cambios en los gobiernos de diferentes países.
Bangladesh vive, desde principios de julio, su particular primavera, en forma de revuelta social por derechos laborales que están comenzando a impactar ya en la industria del mayor fabricante del mundo de ropa barata.
La industria textil, columna vertebral de la economía de Bangladesh
Con una población de 168 millones de habitantes y un PIB per cápita de 8.200 dólares según CIA Factbook, Bangladesh es, hoy en día, el segundo mayor exportador del mundo de ropa confeccionada. Es decir, de toda la ropa confeccionada que se exporta, el 7,4% procede de Bangladesh, sólo por detrás de la cuota de China, que copa el 31,6% del comercio mundial de prendas de ropa, según datos de la Organización Mundial del Comercio (OMC).
Los grandes gigantes de la moda tienen en Bangladesh uno de sus principales polos de aprovisionamiento, donde compran las prendas que luego venderán en todo el mundo. Compañías como la sueca H&M o las españolas Inditex y Mango han encontrado en el país un socio comercial al que han desplazado sus compras a medida que los costes en China han aumentado.
En principios de julio, un grupo de estudiantes comenzó a protestar en contra de un antiguo sistema de cuotas que reserva el 30% de los puestos de trabajo en el gobierno a los descendientes de los combatientes de la guerra de liberación. La represión policial, el corte de telecomunicaciones y la declaración del toque de queda afectaron necesariamente a la actividad industrial y terminaron paralizando las fábricas.
La Bangladesh Garment Manufacturers and Exporters Association cifró pérdidas de 150 millones de dólares por cada día de bloqueo. La producción de ropa ha caído un 50% en el último mes según datos de la Bangladesh Knitwear Manufacturers and Exporters Association, la principal patronal del sector del país.
La inestabilidad social y política del país ha llevado a la dimisión de la primera ministra, Sheik Hasina, y la toma del mando del país por parte del premio Nobel de la Paz Muhammad Yunus, impulsor de un sistema de microcréditos para luchar contra la pobreza en Bangladesh.
La industria textil de Bangladesh, columna vertebral de la economía del país, se enfrenta a una crisis social y política que amenaza su estabilidad y su futuro.
Deja una respuesta