Barcelona aumenta el recargo de la tasa turística al máximo y establece un cargo de 4 euros por persona y noche

Barcelona aumenta el recargo de la tasa turística al máximo y establece un cargo de 4 euros por persona y noche

En un movimiento destinado a mejorar la sostenibilidad del sector turístico en la ciudad condal, el Ayuntamiento de Barcelona ha decidido aumentar al máximo el recargo de la tasa turística, lo que supondrá un cargo adicional de 4 euros por persona y noche para los turistas que se alojen en la ciudad. Esta medida, que tiene como objetivo reducir el impacto ambiental y social del turismo en la ciudad, entrará en vigor en breve y afectará a todos los establecimientos de alojamiento turístico de la ciudad, desde hoteles de lujo hasta alojamientos de Airbnb.

Barcelona aumenta el recargo turístico al máximo: 4 euros por persona y noche

La Comisión de Economía y Hacienda del Ayuntamiento de Barcelona ha aprobado la subida al máximo del recargo municipal al impuesto sobre las estancias en establecimientos turísticos, conocidas como tasas turísticas, hasta el máximo previsto. De esta manera, pasará a cobrar cuatro euros por persona y noche.

Con este incremento, que cuenta con la luz verde de todos los grupos municipales a excepción de PP y Vox, y que debe aprobarse definitivamente en el pleno de julio, la capital catalana pasará de recaudar 95 millones de euros (75 del recargo y 20 del impuesto sobre las estancias en establecimientos turísticos) a los 115 millones de euros anuales.

Según el cuarto teniente de alcalde de Economía, Hacienda, Promoción Económica y Turismo del Ayuntamiento de Barcelona, Jordi Valls, no se pueden hacer transformaciones importantes en la ciudad sin el sector económico a la hora de llevar a cabo modificaciones sustanciales en la gestión del turismo.

El aumento se aplicará a todos los turistas, incluyendo hoteles de entre cuatro y cinco estrellas, el resto de equipamientos y establecimientos y cruceristas de larga estancia (más de 12 horas). La medida entrará en vigor a partir del 1 de abril de 2024.

Los 20 millones de euros extra que conlleva la subida de la tasa turística servirán para financiar el uso intensivo de algunos servicios públicos, como la limpieza, la seguridad o el transporte, y para apostar por espacios de gran afluencia.

El PP y Vox se han manifestado en contra de la medida, argumentando que Barcelona transmite un mensaje de rechazo y de recaudar el máximo a costa del turismo y que no mejora ni las prestaciones de turismo de la ciudad ni supone una ayuda a los alojamientos, sino que es puro afán recaudatorio en una ciudad que tiene superávit.

La decisión del Ayuntamiento de Barcelona se produce en un momento en que la ciudad está trabajando para gestionar el turismo de manera más sostenible y equilibrada, con el objetivo de proteger la calidad de vida de los residentes y garantizar el desarrollo económico y social de la ciudad.