En un movimiento que sacude el panorama financiero español, el grupo bancario BBVA ha solicitado permiso al Banco Central Europeo (BCE) para lanzar una operación de adquisición hostil sobre el Banco Sabadell. Esta noticia ha generado un gran revuelo en el mercado financiero, ya que la entidad bancaria española busca expandir su presencia en el mercado y aumentar su influencia en el sistema financiero europeo. La solicitud del permiso es el primer paso para llevar a cabo esta operación, que podría tener un impacto significativo en la estructura del sector bancario en España y Europa.
BBVA solicita permiso al BCE para una operación de adquisición hostil sobre Banco Sabadell
BBVA ha dado un paso más en su objetivo de lanzar una opa hostil sobre Banco Sabadell, solicitando al Banco Central Europeo (BCE) autorización para llevar a cabo esta operación, según confirman fuentes de mercado.
El trámite tiene lugar una vez que ha formalizado esta petición a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) para que dé su visto bueno, así como a la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) para que ofrezca su veredicto acerca de esta potencial unión.
El banco presidido por Carlos Torres sigue así los trámites correspondientes en este proceso, que puede alargarse entre seis y ocho meses, según el calendario que manejan, tiempos que la mayoría de analistas cuestionan, advirtiendo de que se pueden prolongar.
El organismo con sede en Fráncfort será el encargado de analizar los riesgos derivados de la estabilidad financiera sobre esta integración que daría lugar al tercer mayor banco de la eurozona por detrás del francés BNP Paribas y Banco Santander.
La valoración del BCE resulta clave para la opa, ya que la CNMV no tiene potestad para dar su 'ok' hasta que el supervisor bancario se pronuncie al respecto.
Con esta solicitud, BBVA busca dar un paso más hacia la concreción de su objetivo de absorber a Banco Sabadell, lo que supondría la creación del tercer mayor banco de la eurozona.
El proceso de aprobación está siendo estudiado con detalle por los reguladores, quienes deberán evaluar los posibles impactos en la estabilidad financiera de la zona euro.
La decisión final sobre la opa hostil dependerá del veredicto del BCE, que deberá analizar cuidadosamente los riesgos y beneficios de esta posible integración.
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