En un esfuerzo por combatir la incivismo y garantizar la seguridad de los peatones y conductores en la denominada 'Superilla' del Eixample de Barcelona, el gobierno de la ciudad, liderado por la alcaldesa Ada Colau, ha decidido implementar medidas más estrictas en cuanto al tráfico y la circulación en esta emblemática zona de la ciudad. A partir de ahora, coches, bicicletas y patinetes deberán someterse a un mayor control y, en caso de incumplir las normas de tráfico, podrán recibir sanciones más severas. El objetivo principal es reducir la congestión y el caos en las calles del Eixample y promover un entorno más seguro y respetuoso para todos los usuarios de la vía pública.
Collboni Impone Mayor Control y Sanciones para Coches, Bicicletas y Patinetes en el Eixample de Barcelona
El gobierno de Barcelona, liderado por Jaume Collboni, ha presentado un plan de mejora para la superilla del Eixample, con el objetivo de combatir el incivismo y mejorar la convivencia en la zona. La medida se implementa un año después de la transformación del eje verde de Consell de Cent y los adyacentes de Borrell, Rocafort, Enric Granados y Girona.
Agentes de Convivencia y Torres Informativas
Desde el pasado 18 de septiembre y durante todo el mes de octubre, el gobierno ha desplegado un equipo de agentes de convivencia para informar a los usuarios de las normas de convivencia y del funcionamiento del eje. Estos agentes avisan de las normas de civismo que hay que cumplir, incidiendo en la limpieza; indican a los vehículos motorizados (VMP) la obligación de ir a pie si hay muchos usuarios paseando y recuerdan que la carga y descarga en Consell de Cent se hace en el lado mar. También recalcan a los comerciantes y vehículos de reparto la necesidad de dejar libres las aceras para evitar interrumpir el paso a las personas invidentes.
Además, ya se ha puesto en marcha el refuerzo de la presencia policial de la Guardia Urbana y de los agentes de Barcelona Serveis Municipals (BSM) en la zona, intensificando los controles y sanciones para rectificar las conductas incorrectas de la carga y descarga. También se controlará el exceso de velocidad de vehículos y bicicletas y otras acciones que puedan afectar a la ciudadanía.
Ampliación y Prolongación de la Rambla de Catalunya
A finales de octubre empezarán las obras para ampliar y prolongar el paseo de la Rambla de Catalunya en el cruce de Consell de Cent. Con ello se quiere mejorar la convivencia en este punto, en el que los problemas de incivismo en la circulación crean una sensación de inseguridad a los ciudadanos.
Concretamente, se pavimentará con asfalto el espacio entre las dos plataformas del paseo original, se colocará un nuevo bordillo y vados y se reubicarán las dos columnas de semáforo. A partir de noviembre, se permitirá a los vehículos comerciales continuar recto por la calle Girona para acceder al tramo entre Gran Via y Diputación, que actualmente está prohibido. Se hará incorporando un nuevo semáforo.
Mejoras en la Señalización y el Verde
También están previstas mejoras en la señalización en el cruce de paseo de Gràcia para garantizar la convivencia de los viandantes, carril de servicios y de bicicletas. Asimismo, se ha mejorado las indicaciones de circulación en los cruces para hacer más evidente los giros obligatorios y para evitar que los coches utilicen los vados de peatones en los pasos de cebra.
Parc i Jardins tiene previsto finalizar a finales de noviembre la plantación del verde, que quedó pendiente por el decreto de la sequía. Asimismo, durante los años 2025 y 2026 se pondrán vallas de protección más robustas en los parterres para evitar pisadas tanto de peatones, como de vehículos o animales. El coste total de esta actuación es de 2 millones de euros.
Respecto a la limpieza, se instalarán 23 nuevas papeleras en la zona de estancia de los ejes verdes, tomando distancia de los bancos y mesas para evitar malos olores.
Según datos del consistorio, el coste de los servicios de mantenimiento del verde se han incrementado en 315.000 euros y los de la limpieza lo han hecho en 759.000 euros. En total, más de un millón de euros. Precisamente, su elevado coste -10 veces más caro que el de otras calles- ha sido uno de los motivos por los cuales el gobierno de Collboni ha descartado replicar el modelo del Eixample al resto de la ciudad y trabaja en un nuevo modelo de pacificación.
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