Condena a tres años de prisión para el primer acusado de violencia en manifestaciones en Reino Unido
En un hito histórico para la justicia británica, un tribunal de Londres ha condenado a tres años de prisión al primer acusado de violencia en manifestaciones en Reino Unido. El caso tiene un gran significado simbólico, ya que se considera un precedente para futuras sentencias relacionadas con la violencia en protestas y manifestaciones. La condena se produjo después de que el acusado fuera encontrado culpable de agresión física y daños a propiedad privada durante una protesta en el centro de Londres en 2019. La sentencia ha sido recibida con alivio por parte de las autoridades y los defensores de la seguridad ciudadana.
Condena a tres años de prisión por violencia en manifestaciones en el Reino Unido
Un hombre de 58 años, Derek Drummond, ha sido condenado a tres años de cárcel por participar en los disturbios del pasado 30 de julio en Southport, en el noroeste de Inglaterra. Así, se ha convertido en el primer procesado por la violencia durante estas protestas en el Reino Unido.
Drummond fue condenado por la corte de Magistrados de Liverpool, en el noroeste inglés, tras admitir haber tomado parte en la revuelta y por agredir a un trabajador sanitario. El Gobierno británico había avisado que los alborotadores serían procesados rápidamente y se les impondría todo el peso de la ley por provocar disturbios en varias ciudades británicas.
Sentirán todo el peso de la ley, advirtió el líder de la oposición laborista, Keir Starmer, en referencia a los detenidos por los disturbios en Reino Unido.
Otros dos manifestantes condenados por violencia
La corte de Liverpool también impuso condenas de cárcel contra otros dos implicados en los disturbios. Se trata de Declan Geiran, de 29 años, que ha sido encarcelado por un periodo de 30 meses por desorden violento e incendio de un furgón policial en Liverpool, y por comunicación maliciosa.
El otro es Liam Riley, de 40 años, sentenciado a 20 meses de cárcel por tomar parte en la revuelta.
Al condenar a los tres, el juez Andrew Menary KC, explicó que las sentencias tenían un carácter ejemplificante. Quienes participen deliberadamente en tales desórdenes, causando lesiones, daños y miedo a las comunidades, serán inevitablemente castigados con condenas diseñadas para disuadir a otros de realizar actividades similares, aseveró el magistrado.
El auténtico dolor colectivo de los residentes de Southport fue efectivamente secuestrado por este comportamiento cruel, agregó Menary en referencia al ataque a una mezquita.
Más de 400 detenidos
Más de 400 personas han sido detenidas desde que estalló la violencia el 30 de julio en Southport, un día después de que tres niñas fueran asesinadas en un centro recreativo de esa localidad del noroeste de Inglaterra.
Los grupos reaccionaron después de que circulase información errónea por redes sociales que afirmaban que el agresor era solicitante de asilo, cuando en realidad se trataba de un chico de 17 años - Axel Rudakubana-, nacido en Gales de padres ruandeses.
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