Controversia en la M-40: El crematorio en disputa: Ayuntamiento y Comunidad alegan cumplir con sentencia del Tribunal Supremo
En el corazón de la comunidad madrileña, una polémica ha generado gran interés y debate en torno al crematorio ubicado en la M-40. El Ayuntamiento y la Comunidad de Madrid se encuentran en desacuerdo sobre la construcción de este lugar, que ha generado una gran controversia entre los vecinos y los organismos locales. Ambas partes alegan cumplir con la sentencia del Tribunal Supremo, pero la cuestión sigue siendo un tema de discordia en la región. ¿Qué hay detrás de esta disputa? ¿Cuáles son los argumentos de cada una de las partes involucradas? A continuación, profundizaremos en los detalles de esta polémica que ha generado un gran revuelo en la opinión pública.
Controversia en la M-40: Ayuntamiento y Comunidad alegan cumplir con sentencia del Tribunal Supremo
Después de años de vaivenes, el Ayuntamiento de Madrid ha concedido la licencia para la construcción del polémico horno crematorio en las instalaciones del tanatorio de la M-40, en el distrito de Usera.
El Consistorio defiende que da la autorización porque así se lo exige una sentencia del Tribunal Supremo. El otorgamiento de las licencias es un acto debido en este caso y, además, un procedimiento reglado y, por tanto, si aquellos promotores que pretenden instalar un crematorio en el distrito de Usera cumplen con la normativa, el Ayuntamiento tiene que otorgar esa licencia, ha indicado el delegado de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad, Borja Carabante.
Además, insiste en la autorización por parte de la Comunidad de Madrid y la decisión del alto tribunal para autorizar esta actividad. La sentencia del Tribunal Supremo de julio de 2021, ordenó al Consistorio dictar una nueva resolución que no se basara únicamente en el criterio de distancia.
Alega el alto tribunal que la distancia mínima no encuentra sustento en la ley como requisito exclusivo y excluyente y pide que enmarque la cuestión en el contexto temporal adecuado: la evolución normativa y tecnológica acaecida desde la aprobación de la Ordenanza de 1985.
La Sala establece en la sentencia la doctrina jurisprudencial a la que tiene que ajustarse el Ayuntamiento para autorizar la instalación del horno crematorio en la avenida de Los Rosales, 36 de Madrid. Considera que la Administración se ha limitado a constatar que, aun siendo viable el proyecto desde el punto de vista de las normas urbanísticas, no lo era -a su juicio- desde el punto de vista medioambiental, por ser inferior a 250 metros la distancia entre el emplazamiento propuesto para la instalación y los destinados a otros usos.
Y determina que esto podría ser un requisito siempre y cuando otras medidas menos restrictivas, como el control de emisiones en la fuente de origen, sean insuficientes, por sí solos, para garantizar la protección de la salud humana y del medio ambiente.
Vecinos y oposición se oponen
Vecinos y partidos de la oposición critican el radical cambio de postura del alcalde José Luis Martínez-Almeida con el crematorio. El concejal del PSOE, Ignacio Benito, asegura que es demencial que se vaya a incumplir la normativa municipal en un cuarto intento, ignorando una sentencia judicial, y permitiendo que se incineren cadáveres a menos de 250 metros de zonas habitadas, con el riesgo nocivo que implica para el barrio.
Desde Más Madrid, el concejal Félix López Rey lo considera un nuevo castigo a uno de los barrios más humildes y vulnerables de Madrid, en este caso el de Usera, el distrito más perjudicado en el presupuesto del Ayuntamiento, insiste.
Los vecinos del barrio de San Fermín, denuncia, están deseando que les hagan un instituto que está aprobado desde hace años, que tiene ya hasta nombre, y va a dormir el sueño de los justos, un distrito y un barrio totalmente abandonado.
La asociación vecinal de este barrio de Usera ha reaccionado también a la concesión de la licencia del Ayuntamiento para las obras del crematorio e insiste en que digan lo que digan, sigue siendo una actividad declarada potencialmente nociva e insalubre e insisten en que estará ubicado a menos de 250 metros de viviendas.
En concreto, citan los bloques de vivienda de la calle Oligisto, Rutilo, Periana en San Fermín y el resto de viviendas en la zona de La Perla (más de 3.000); un Instituto y un Colegio en El Espinillo; tres parques (El PL Manzanares, el de C/ Oligisto, y el del sur de la M-40), dos centros comerciales y un centro de trabajo, entre otros espacios incluidos en la ordenanza.
La Comunidad de Madrid defiende la licencia
El consejero de Vivienda, Transportes e Infraestructuras de la Comunidad de Madrid, Jorge Rodrigo, también ha defendido que el Ayuntamiento tiene que cumplir la sentencia y recuerda que si los promotores cumplen con los requisitos que establece el reglamento y la norma específica, tanto la Comunidad como el Consistorio no pueden hacer nada en contra de ese derecho a la instalación del crematorio.
Recalca que el Ayuntamiento va a hacer por todos los medios que afecte lo menos posible a los vecinos, pero si cumple la normativa, cumple las condiciones y tenemos una sentencia hay que ejecutarla sin lugar a dudas.
Con la licencia concedida, la empresa Parcesa podrá construir el horno en el tanatorio de la M-40 con una capacidad máxima prevista de 1.000 cremaciones al año y funcionamiento de 24 horas. Una vez terminadas las obras, se indica en la documentación, se deberá solicitar la correspondiente licencia de funcionamiento y/o primera ocupación.
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