En una controvertida muestra de protesta, el municipio sevillano de Coripe ha generado polémica al disparar y quemar una figura que representa a Koldo García, exasesor del político José Luis Ábalos. Este insólito acto ha suscitado un debate en torno a los límites de la libertad de expresión y la tolerancia política en España. La figura incendiada, que simulaba al exasesor del exministro de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, ha generado reacciones encontradas en la opinión pública, provocando un profundo cuestionamiento sobre el respeto a la dignidad personal y la convivencia democrática en el país. La representación de este controvertido personaje político en un acto de violencia simbólica ha despertado la indignación de diversos sectores de la sociedad, poniendo de manifiesto las tensiones y discrepancias existentes en el panorama político actual.
Quema de figura de Koldo García, exasesor imputado por corrupción en Coripe
En el municipio sevillano de Coripe, ha sido llevada a cabo una tradición centenaria que ha causado gran controversia. En esta ocasión, el protagonista ha sido Koldo García, exasesor del exministro de Transportes José Luis Ábalos, quien se encuentra imputado por un presunto delito de corrupción en la compra de mascarillas durante la pandemia.
Cada Domingo de Resurrección, en Coripe se lleva a cabo la representación de linchar a una figura de Judas que simboliza a alguien cuya conducta es reprobable para la comunidad. A pesar de la intensa lluvia, esta peculiar tradición ha continuado su curso, culminando con el 'tiroteo' y la quema del muñeco que representa a un personaje conocido por acciones negativas recientes.
La elaboración de este muñeco se mantiene en secreto por parte de tres habitantes del pueblo, y en esta ocasión, ha sido confeccionado por las madres de alumnos de segundo de ESO del CEIP Iripo local. El alcalde, José Godino (PP), enfatiza que esta representación pretende mostrar la repulsa hacia aquellos que se han beneficiado de la crisis sanitaria a expensas del sufrimiento de la población.
El muñeco, vestido con un traje de chaqueta y decorado con billetes de 500 euros y mascarillas, fue colgado en una higuera y posteriormente abatido por cazadores locales. La polémica rodea esta tradición, recordando casos anteriores como la elección de Ana Julia Quezada en 2018 o Carles Puigdemont en 2019 como figuras a quemar.
Este año, las apuestas apuntaban a Vladimir Putin o Donald Trump como posibles 'sacrificados', sin embargo, la sorpresa llegó al ser el coronavirus el protagonista de la quema. La tradición del Judas de Coripe continúa generando controversia y debate en la opinión pública.
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