Descubre el Encanto de La Rioja Alavesa: Pueblos y Bodegas para una Escapada Fértil en Arte e Historia

Descubre el Encanto de La Rioja Alavesa: Pueblos y Bodegas para una Escapada Fértil en Arte e Historia

En el norte de España, La Rioja Alavesa es un destino turístico que te invita a sumergirte en un mundo de arte, historia y naturaleza. Ubicada en la provincia de Álava, esta región vasca es famosa por sus pueblos con encanto, rodeados de viñedos y montañas que ofrecen un paisaje idílico. Además, las bodegas de la zona te permiten disfrutar de los mejores vinos de La Rioja, reconocidos en todo el mundo por su calidad y sabor. En este artículo, te descubrimos los secretos de esta región y te proponemos un itinerario para disfrutar de una escapada fértil en arte e historia, llena de sorpresas y emociones.

Descubre el encanto otoñal de La Rioja Alavesa: Pueblos y bodegas para una escapada en arte e historia

Si hay una época en la que La Rioja Alavesa se transforma en un verdadero espectáculo, es el otoño. Entre septiembre y octubre, la vendimia lo envuelve todo y la actividad en el campo, las bodegas y los pueblos es frenética. Pero, tras esos días de intenso trabajo, empieza otra función, cuando los viñedos se tiñen de colores dorados, rojizos y naranjas y el paisaje se transforma por completo.

Por eso, además de disfrutar del vino, esta es la mejor época para perderse por sus paisajes. Los atardeceres otoñales aquí tienen un toque mágico y las colinas cubiertas de viñedos parecen interminables.

El plan que nunca falta

En La Rioja Alavesa, al igual que en el resto de las zonas que componen la Denominación de Origen más antigua de nuestro país, el vino es omnipresente. Se siente, se huele y, por supuesto, se degusta. Por eso, visitar una (o varias) bodegas es un plan que no puede faltar. Eso sí, elegir a cuál ir es complicado ya que hay más de cien solo en el sur de Álava.

Cada bodega tiene su propio encanto. Algunas, como las más tradicionales, te sumergen en túneles de piedra centenarios, donde las barricas de roble descansan en la penumbra. Otras, más modernas, son verdaderas obras de arte arquitectónicas que combinan diseño y tradición de manera espectacular.

Marqués de Riscal, un destino imprescindible

Una de las más clásicas es Marqués de Riscal, una visita muy atractiva ya que une los encantos de una bodega centenaria con el espectacular edificio de Frank Gehry. Con sus ondulantes placas de titanio en tonos dorados, rosados y plateados, que parecen flotar sobre los viñedos, este hotel de lujo de la cadena Marriott International cambió el perfil de uno de los pueblos más visitados de la zona, Elciego, en el que la torre barroca de la iglesia de San Andrés era lo único que sobresalía en un paisaje lleno de viñedos.

La unión entre la tradición y las nuevas tecnologías también se aprecia en el propio proceso de elaboración del vino y que es posible conocer durante la visita guiada. Una visita que es un auténtico viaje en el tiempo ya que comienza en la bodega, que se inauguró en 1860. Aquí se siguen envejeciendo los grandes caldos de la marca junto a una pequeña representación de cada añada.

Laguardia, un pueblo medieval con mucho que ofrecer

A solo unos minutos de Elciego destaca otro importante centro vinícola, Laguardia. Catalogado como uno de Los Pueblos Más Bonitos de España, esta villa medieval conserva no solo gran parte de su muralla, su trazado medieval o joyas como la iglesia de Santa María de los Reyes, con su impresionante pórtico policromado, sino también muchísimas bodegas subterráneas que forman un completo laberinto de túneles bajo sus empedradas calles.

En la superficie también llaman la atención sus bodegas. Ysios destaca por su ondulante edificio diseñado por Calatrava y Solar de Samaniego por su original experiencia “Beber Entre Líneas”, una visita diferente en la que vinos y libros se dan la mano.

Sorprende su biblioteca, pero también el Espacio Medio Millón, como denominan a una gran sala en la que se instalaron enormes depósitos de hormigón que hoy son las grandes estrellas de esta original bodega en la que el vino y el arte se dan la mano en cualquier rincón.

Una presentación muy original

El encargado de dar vida a estos nuevos murales fue el australiano Guido Van Helten, quien retrató a diferentes personas vinculadas con la bodega. Desde el vinicultor que cuida la uva al enólogo que toma apuntes, la guía que acaricia un puñado de tierra e incluso el impresor que se ocupa de las etiquetas. Una muestra más de que esta siempre ha sido una bodega familiar y, a pesar de no tener la larga historia centenaria de algunos de sus vecinos, sí tienen una forma muy peculiar de presentar sus vinos. Todo un arte.

¡No te pierdas la oportunidad de descubrir el encanto otoñal de La Rioja Alavesa! Visita sus pueblos y bodegas y disfruta de una escapada en arte e historia.