Descubre el pueblo escondido de Palencia, un tesoro histórico en el corazón de la montaña, donde palacios y casas señoriales rodean un Parque Natural

Descubre el pueblo escondido de Palencia, un tesoro histórico en el corazón de la montaña, donde palacios y casas señoriales rodean un Parque Natural impresionante

En el corazón de la provincia de Palencia, escondido entre las montañas, se encuentra un pueblo que conserva la esencia de la historia y la naturaleza. Un lugar que ha permanecido oculto a los ojos de los turistas durante siglos, pero que ahora se abre a aquellos que buscan descubrir un tesoro histórico único. En este pueblo, palacios y casas señoriales se alzan con orgullo, rodeados por un Parque Natural impresionante que invita a la exploración y el descanso. Prepárate para descubrir un lugar donde la historia y la naturaleza se unen en perfecta armonía.

Descubre el secreto mejor guardado de España: el pueblo escondido de Palencia

Vista aérea de Cervera de Pisuerga. Getty Images

Un tesoro histórico en el corazón de la montaña: Cervera de Pisuerga, Palencia

Debajo de los soportales de las calles de Cervera de Pisuerga se vive a un ritmo más relajado y en las terrazas que inundan sus plazas, cualquier día con sol el ambiente invita a rebajar revoluciones y a disfrutar de los verdaderos placeres de la vida.

Plaza Mayor de Cervera de Pisuerga. palenciaturismo.es El casco antiguo de esta pequeña localidad palentina suma siglos de historia y toneladas de encanto. Uno de los lugares más pintorescos de Cervera de Pisuerga es su Plaza Mayor, un espacio abierto que, aunque no sigue el formato típico de las plazas castellanas, lleva siendo punto de encuentro desde hace siglos.

Y es que a ese aire castellano se le suman elementos que nos recuerdan que estamos a unos pasos de Cantabria, como sus casas blasonadas, entre las que destaca la Casa de los Leones, con dos impresionantes escudos en su fachada. Otra que siempre llama la atención es la fachada del Palacio de los Gil, un caserón del siglo XVI que conserva elementos de la construcción y que hoy alberga la Casa de Cultura.

Esta pequeña localidad palentina suma siglos de historia y toneladas de encanto.

Tabla de la “Adoración de los Reyes”, obra maestra de Juan de Flandes. Enrique Caña Casi en el lado opuesto del pueblo se alza en la parte más alta la iglesia de Santa María del Castillo, cuya imponente torre gótica tardía domina el perfil del pueblo y es visible desde lejos. Aunque su exterior es bastante sobrio, su interior siempre sorprende, sobre todo la Capilla de Santa Ana, la de mayor valor artístico. En el retablo destaca la tabla de la “Adoración de los Reyes”, obra maestra de Juan de Flandes, pintor de cámara de los Reyes Católicos.

El pueblo con pinturas rupestres en el corazón del Parque Natural más grande de toda España

Ermita rupestre de San Vicente. palenciaturismo.es Otra de las sorpresas que brinda esta localidad palentina está en sus afueras, cerca de la confluencia de los ríos Pisuerga y Rivera, es la singular ermita rupestre de San Vicente, que se remonta a fechas entre los siglos VIII y IX. Rodeada de una necrópolis antropomorfa, cuenta con veinte tumbas excavadas en la roca. Se cree que esta ermita formó parte de un pequeño complejo monástico medieval que contaría con otros edificios ahora desaparecidos.

La isla habitada más pequeña de España alberga un pueblo con mucha historia y aguas turquesas

Puente de piedra sobre el río Pisuerga. Marlene Vicente Muy bien rodeada Cervera de Pisuerga también es un destino perfecto para los amantes de la naturaleza. Al final de cualquier recorrido por sus calles te encontrarás rodeado por el Parque Natural de la Montaña Palentina, un área protegida que invita a desconectar y a disfrutar de su paisaje espectacular.

El Parque Natural de la Montaña Palentina invita a desconectar y a disfrutar de su paisaje espectacular. Entre las rutas de senderismo más destacadas están la Ruta del Roblón de Estalaya, que te lleva hasta un impresionante roble centenario, y la Ruta de los Pantanos, perfecta para disfrutar de las vistas de los embalses y montañas circundantes, y que en esta época además lucen sus mejores galas al vestirse de las siempre favorecedoras tonalidades otoñales.