Descubre una innovadora terapia combinada que muestra grandes esperanzas para combatir el cáncer de mama triple negativo

Descubre una innovadora terapia combinada que muestra grandes esperanzas para combatir el cáncer de mama triple negativo

En un importante avance en la lucha contra el cáncer de mama triple negativo, un equipo de investigadores ha desarrollado una novedosa terapia combinada que muestra resultados prometedores en el tratamiento de esta enfermedad. El cáncer de mama triple negativo es una de las formas más agresivas y difíciles de tratar del cáncer de mama, ya que no responde a los tratamientos hormonales y target terapia. Sin embargo, esta nueva terapia combinada ha demostrado ser efectiva en reducir el crecimiento tumoral y mejorar la supervivencia en pacientes con esta enfermedad. En este artículo, exploraremos los detalles de esta innovadora terapia y sus implicaciones para el futuro del tratamiento del cáncer de mama triple negativo.

Avance en la lucha contra el cáncer de mama triple negativo: terapia combinada muestra resultados alentadores

El cáncer de mama es el tipo más común en las mujeres en España, incluso por delante de otros con gran incidencia como el colorrectal, según datos de GEICAM. Afortunadamente, la letalidad disminuye gracias a los avances en las estrategias terapéuticas disponibles.

Una de las formas más agresivas de este tipo de cáncer es el cáncer de mama triple negativo, que tiende a crecer y expandirse rápidamente. Su principal reto es que sus células carecen de receptores de estrógeno o progesterona, y no fabrican la proteína HER2 (todas ellas dianas terapéuticas bien establecidas).

Dos tratamientos con mucho potencial

Un nuevo estudio, publicado en el medio especializado de alto impacto Nature, ha identificado una combinación de dos terapias que puede matar selectivamente este tipo de células tumorales, lo que podría idealmente servir de base para una nueva estrategia de tratamiento frente a esta forma de cáncer.

Los investigadores se enfocaron en dos proteínas involucradas en el crecimiento y la proliferación de las células de los cánceres de mama triple negativos: la AKT y la EZH2. En ambos casos, la sobreexpresión puede resultar en la formación de tumores cancerosos.

Ya hay estudios que han mostrado que la inhibición de la AKT, por sí sola, es efectiva en el tratamiento de ciertas formas de cáncer (aunque no el triple negativo). Por su parte, los inhibidores de la EZH2, como el tazemetostat, han mostrado promesa contra ciertos tipos de linfomas en ensayos clínicos sobre seres humanos.

Reducciones dramáticas en las células cancerígenas

En este estudio, los autores utilizaron cultivos celulares para testar el efecto de combinar dos de estos inhibidores, con lo que consiguieron que las células cancerígenas se diferenciaran en un estado en el que podían ser destruidas por los fármacos.

Y es que, en condiciones normales, la resistencia a estos agentes se produce porque la exposición lleva a las células tumorales a revertir a estados más primitivos en los que las terapias resultan ineficaces. La combinación, no obstante, impedía a las células alcanzar estos estados primitivos.

De esta forma, comprobaron que el número de células en los cultivos se reducía muy significativamente (hasta en un 60% en cuatro días). Posteriormente, usaron técnicas de análisis con IA para identificar los rasgos que hacían más vulnerables a ciertas células cancerígenas ante esta estrategia, lo que puede resultar una información muy valiosa a la hora de determinar qué pacientes podrían beneficiarse en mayor grado de la combinación terapéutica.

Estos resultados se replicaron posteriormente en tumores extirpados a pacientes e implantados en ratones y en otros modelos animales, y en todos los casos se observó que lograba una reducción dramática en el conteo de células cancerosas.

Mejores resultados que otras combinaciones

Los resultados son especialmente esperanzadores a la luz de algunos ensayos clínicos recientes, que han probado la combinación de terapias tradicionales (como quimioterapia) con inhibidores de estas proteínas y han resultado decepcionantes en cuanto a la eficacia de las estrategias.

Aún así, no debemos olvidar que será necesario probar esta estrategia en pacientes humanas antes de que el tratamiento pueda llegar a la práctica clínica; un paso, que, sin embargo, los autores creen que está avalado por los resultados de su estudio.

Además, se trataría en todo caso de una estrategia adecuada solo para ciertas pacientes con cáncer de mama triple negativo. Teniendo esto en mente, la combinación de estas terapias podría pasar en unos años a ser una nueva herramienta en la lucha contra un cáncer de mama especialmente complicado y, de esta manera, contribuir a mejorar el pronóstico y la calidad de vida de muchas mujeres.