Descubren en el Valle de los Caídos los restos de Juan Chueca Sagarra, jornalero aragonés ejecutado en 1936
En un descubrimiento histórico y emocional, un equipo de investigadores ha localizado los restos del jornalero aragonés Juan Chueca Sagarra en el Valle de los Caídos, lugar emblemático y polémico de la Guerra Civil Española. Según las investigaciones, Chueca Sagarra fue ejecutado en 1936 en el marco de la represión franquista. Esta noticia supone un hito importante en la búsqueda de la verdad y la justicia para las víctimas de la Guerra Civil y la Dictadura. Los restos del jornalero aragonés serán exhumados y identificados en los próximos días, lo que permitirá a su familia y a la sociedad española en general dar el debido reconocimiento y homenaje a esta víctima de la violencia política.
Identifican restos de Juan Chueca Sagarra, víctima de la represión en el Valle de los Caídos
El ministro de Política Territorial y Memoria Democrática, Ángel Víctor Torres, ha comunicado a la familia de Juan Chueca Sagarra, un jornalero aragonés fusilado en 1936, la identificación de sus restos en el Valle de los Caídos.
Lamentablemente, Enrique, el hijo menor de Juan, falleció hace unas semanas y no hemos podido comunicárselo a él directamente, sino a su nieta, ha asegurado el ministro, según informa el Ministerio de Política Territorial y Memoria Democrática.
Juan Chueca Sagarra era un jornalero de 42 años que tenía cinco hijos y que fue asesinado en agosto de 1936. Es el segundo cuerpo procedente de una fosa de Borja (Aragón) que es identificado en el Valle de los Caídos (el anterior fue Esteban Giménez Ezpeleta).
En total, con el plan cuatrienal de exhumaciones, se ha logrado identificar ya a 13 personas represaliadas, 11 de ellas de Aldeaseca (Ávila). Hasta el momento son 170 las familias que han solicitado identificaciones en el Valle.
El Gobierno ha reiterado su compromiso con la Ley de Memoria Democrática y que se prosiga con las identificaciones de los cuerpos que fueron llevados al Valle en los años cincuenta. Cuerpos que, en el caso de los republicanos y republicanas, se trasladaron sin ni siquiera comunicárselo a sus familias, resalta el departamento.
Además, recalca que es importante seguir trabajando sin más interrupciones, porque el tiempo corre en contra de las familias que reclaman verdad y reparación. Torres considera que estas identificaciones son un acto de humanidad y comunicarlo personalmente a las familias es verdaderamente emotivo. Por fin saben qué es lo que realmente ocurrió con ellos y podrán darle una sepultura digna a sus familiares en el lugar que ellos consideren, añadió.
El Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses sigue trabajando en la identificación de más cuerpos de la fosa común de Borja que fueron trasladados durante la dictadura al Valle de los Caídos y, según las estimaciones del equipo forense, en breves fechas se podrán identificar más cuerpos de esta zona.
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