El 23 de julio de 2022, el líder del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, vivió uno de los momentos más difíciles de su carrera política, al sufrir una derrota electoral que parecía dejarlo fuera de juego. Sin embargo, Feijóo no se rindió y, con una determinación y visión política destacadas, logró superar el desengaño y recomponerse con el apoyo de los ciudadanos en las urnas. Un año después, podemos decir que ese momento fue un punto de inflexión en la política española, ya que permitió a Feijóo refundar su liderazgo y situarse como una figura clave en el panorama político nacional. En este aniversario, repasamos cómo Feijóo logró dar vuelta a la página y recobrar la confianza de los españoles.
Feijóo: del desengaño a la victoria, un año después de la derrota del 23J
La noche del 23 de julio de 2023 fue un momento de gran desengaño para Alberto Núñez Feijóo y los militantes del Partido Popular (PP). A pesar de haber ganado las elecciones generales, no pudieron gobernar debido a la falta de apoyos parlamentarios. Ni lograron echar a Pedro Sánchez del gobierno ni deshacerse de la sombra de Santiago Abascal.
En cuestión de horas, el PP pasó de la euforia al shock. Sin embargo, con el tiempo admitieron en alto sus errores, como elevar las expectativas por su confianza extrema en las encuestas y subestimar el impacto de sus alianzas con Vox en hasta seis gobiernos autonómicos y otros tantos ayuntamientos.
La recuperación de Feijóo
No obstante, el PP que había pinchado en su objetivo de llegar a la Presidencia en solitario se ha mantenido aún más fuerte un año después. Feijóo supo recomponerse, con el apoyo de las calles, las urnas y con la unidad interna de su partido, aunque hoy por hoy tenga déficit de alianzas parlamentarias.
El primer paso que ayudó al líder popular a sacar cabeza fue el de presentarse a una sesión de investidura que se atisbaba fallida. Pudo haberse abstenido, como hizo uno de sus predecesores, Mariano Rajoy, en 2016. Sin embargo, quiso marcar perfil y explicar por qué, en su opinión, le impedían gobernar.
La amnistía o cualquier fórmula equivalente o análoga es un instrumento adecuado para superar el conflicto catalán; no voy a defender eso. Tengo principios, límites y palabra. Así se expresó, un Feijóo que sentía el apoyo social al haber aglutinado dos días antes a unas 50.000 personas en contra de la amnistía y en favor de la igualdad de todos los españoles.
Un líder legitimado
También eran las palabras de un líder que acababa de ganarse la unidad y el fervor de su partido. Feijóo sale legitimado, apuntaron dirigentes populares, que decían ver a su líder fortalecido tras dicho debate.
Mientras ganaba liderazgo interno, perdía alianzas parlamentarias. En ese debate y el que más tarde se produciría en la investidura de Sánchez, el PP rompió con el nacionalismo vasco.
La crisis con el PNV
El PNV ha decidido cambiar el tractor por la hoz y el martillo; el líder Aitor Esteban recuperó su batalla dialéctica con el PP de Mariano Rajoy: Alberto, tu tractor tiene gripado el motor por usar aceite Vox, dijo esta vez a Feijóo.
La crisis con la formación que sacó a Rajoy de la Moncloa en 2018 se agudizó a las puertas de las elecciones vascas.
La historia con Junts
La historia con Junts fue aún más contradictoria. En las semanas en las que Feijóo buscaba apoyos para su investidura, llegó a rozar la posibilidad de llegar a acuerdos con el independentismo catalán.
Los populares negaban cualquier contacto con la formación del prófugo Carles Puigdemont al tiempo en que salían informaciones de encuentros informales entre las dos cúpulas.
El camino correcto para reemplazar al Gobierno
El PP de Feijóo recorrerá este 23 de julio de 2024 por el camino correcto para reemplazar al Gobierno. Su equipo explica que la intención de Feijóo es seguir debilitando al gobierno en sede parlamentaria aunque eso sea votando con Junts y Vox muchas iniciativas, tal y como subrayó el propio Feijóo esta semana.
No obstante, en Génova aseguran que no existe estrategia de acercamiento a estas formaciones de cara a futuras investiduras sino que forma parte del afán de Feijóo por coger fuerza creciendo por la izquierda y por la derecha del tablero político.
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