- El alpinismo internacional cae en shock: fallece la destacada pareja de escaladores en el K2, un duro golpe para la comunidad montañera
- Tragedia en el K2: fallecen dos destacados alpinistas japoneses en la montaña más alta del mundo
- La última expedición de Hiraide y Nakajima
- La búsqueda y el hallazgo de los cuerpos
- La imposibilidad del rescate
- El legado de Hiraide y Nakajima
El alpinismo internacional cae en shock: fallece la destacada pareja de escaladores en el K2, un duro golpe para la comunidad montañera
La comunidad alpinista internacional se encuentra conmocionada tras recibir la noticia del fallecimiento de una destacada pareja de escaladores en el K2, la segunda montaña más alta del mundo. La tragedia ha supuesto un duro golpe para la comunidad montañera, que llora la pérdida de dos de sus miembros más destacados. La pareja, conocida por sus impresionantes logros en el mundo del alpinismo, había emprendido la ascensión al K2, una de las montañas más peligrosas del planeta, pero desafortunadamente no lograron regresar con vida. La noticia ha generado un gran impacto en el mundo del alpinismo, y los homenajes y condolencias están empezando a llegar desde todos los rincones del globo.
Tragedia en el K2: fallecen dos destacados alpinistas japoneses en la montaña más alta del mundo
Kazuya Hiraide (45) y Kenro Nakajima (39), dos leyendas del alpinismo japonés, perdieron la vida en una caída en la Cara Oeste del K2 (8.611 m) el pasado sábado.
Su esponsor y equipo de casa en Japón, Ishii Sports, anunció la cancelación de la operación de rescate debido al alto riesgo que corrían los rescatadores en la gigantesca y peligrosísima Cara Oeste de la segunda montaña más alta del mundo.
La última expedición de Hiraide y Nakajima
Hiraide y Nakajima, que formaban la mejor cordada de nuestro siglo, tenían la intención de abrir una ruta nueva en el estilo más puro en la Cara Oeste del K2, sin ninguna ayuda externa de porteadores, sherpas u oxígeno embotellado, en estilo alpino.
El pasado 27 de julio, el piloto de dron francés Thibaut Marot comunicó que dos japoneses estaban perdidos en la gigantesca Cara Oeste, ascendida solo una vez en la historia, por un equipo ruso en 2007.
La búsqueda y el hallazgo de los cuerpos
Poco después de la noticia de Marot, los helicópteros militares de Pakistán sobrevolaban el Baltoro hacia la Cara Oeste de la “Montaña Salvaje”, y avistaron desde el aire a los dos japoneses, quienes no se movían.
El helicóptero no pudo aterrizar allí, y la preocupación por los dos hombres crecía cada vez más con el paso de las horas.
Pronto se averiguó lo que había ocurrido el sábado 27 de julio: ese día, a las 9:30 de la mañana Hiraide contactó con su equipo de casa para comunicarles que él y Nakajima estaban a punto de avanzar para arriba en la Cara Oeste, para hacer un reconocimiento de la parte superior de su Campo 2.
Dos horas más tarde, las noticias que llegaron a Japón presagiaban lo peor: Hiraide y Nakajima sufrieron una caída desde la altura de 7.000 metros.
La imposibilidad del rescate
Pavel Shabalin, uno de los escaladores rusos que en 2007 ascendieron la Cara Oeste del K2, dijo que enviar a rescatadores allí sería extremadamente arriesgado debido a que el glaciar a pie de la gigantesca pared estaba llena de grietas, y la pendiente del K2 haría imposible que un helicóptero pudiera aterrizar.
Las dos personas japonesas que acompañaron a Hiraide y Nakajima en esta expedición confirmaron que Hiraide y Nakajima seguían sin mostrar señales de vida desde el sábado.
Teniendo en cuenta todos estos factores, lamentablemente no hay nada que hacer, y no se mandará ningún equipo de rescate al lugar del accidente.
El legado de Hiraide y Nakajima
El alpinismo mundial está de luto por haber perdido a Kazuya Hiraide y a Kenro Nakajima, que por su grandeza, humildad, honestidad, creatividad y carrera alpinística, fueron más grandes que el propio K2.
Con su pérdida, el mundo de la montaña queda huérfano. Kazuya-san y Kenro-san fueron dos grandes exploradores que abrieron rutas nuevas en las montañas de ensueño más difíciles, y fueron dignos herederos de genios del alpinismo de la categoría de Albert Frederick Mummery, Hermann Buhl o Eric Shipton.
En la comunidad montañera internacional cuidaremos su recuerdo y su legado, y mantendremos la llama que prendieron estos dos leyendas para iluminar el camino de las futuras generaciones.
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