El Ayuntamiento de Barcelona intentará la vía judicial para obligar a los expajareros de la Rambla a cerrar sus puestos

El Ayuntamiento de Barcelona intentará la vía judicial para obligar a los expajareros de la Rambla a cerrar sus puestos

En un nuevo golpe a la actividad informal en el corazón de la ciudad, el Ayuntamiento de Barcelona ha decidido tomar medidas drásticas para poner fin a la presencia de los expajareros en la emblemática Rambla. Según fuentes oficiales, la institución municipal buscará la vía judicial para obligar a los vendedores ambulantes a cerrar sus puestos y abandonar el área. Esta decisión forma parte de un plan más amplio para mejorar la seguridad y la convivencia ciudadana en una de las zonas más visitadas de la ciudad. A continuación, analizaremos las implicaciones de esta medida y las posibles consecuencias para los expajareros y los habitantes de Barcelona.

El Ayuntamiento de Barcelona intenta desahuciar a los expajareros de la Rambla

El Ayuntamiento de Barcelona ha decidido pedir el cierre forzoso por vía judicial de los puestos de los expajareros de la Rambla de Barcelona, después de que las últimas resoluciones judiciales hayan sido favorables al consistorio.

La justicia puede obligar a los expajareros de la Rambla a cerrar

La decisión se ha tomado este jueves, cuando una comitiva de funcionarios acompañada de la Guardia Urbana ha acudido a pedir las llaves y los propietarios se han negado a entregarlas. Según el Ayuntamiento, los expajareros no tienen licencia para operar en el lugar.

Ahora mismo, no tienen ningún título para hacer lo que están haciendo, ha explicado Màxim López Manresa, gerente del Institut Municipal de Mercats.

Una década de conflicto

El conflicto entre el Ayuntamiento y los expajareros de la Rambla de Barcelona data de más de una década. En 2010, los antiguos pajareros de esta icónica calle dejaron de vender animales y comenzaron a ofrecer helados, dulces, entradas y souvenirs.

La justicia decidirá el desahucio

En este momento, el conflicto entra en una nueva etapa en la que será la justicia la que decidirá si se lleva a cabo y cuándo el desahucio. Ahora seguiremos lo que marca la ley, ha indicado Manuel Mallo Gómez, director de los Servicios Jurídicos del Ayuntamiento.

El Ayuntamiento otorgó un plazo de 10 días para que los expajareros se fuesen, pero al no llegar a ningún acuerdo, el gobierno municipal ha anunciado que pondrá en marcha la vía judicial para recuperar este espacio.

Una fecha incierta

Sobre la fecha del desahucio, Mallo ha asegurado que normalmente estos procedimientos suelen tardar una o dos semanas, pero al ser agosto quizá se demore más. Es un poco aleatorio, ha añadido, sin embargo, ha dejado claro que no durará meses.

Los expajareros de la Rambla de Barcelona tienen los días contados. La justicia decidirá su futuro en los próximos días.