En un comunicado emitido por la autoridad monetaria española, el Banco de España ha advertido que la recuperación del consumo en España será más lenta de lo esperado. Según las proyecciones del organismo, no se prevé que el consumo vuelva a alcanzar los niveles anteriores a la pandemia hasta 2025, lo que supone un retraso significativo en la recuperación económica del país. Esta situación se debe a la persistencia de la incertidumbre económica y a la debilidad en la demanda interna, lo que hace que la recuperación sea más lenta de lo esperado. Esta noticia ha generado preocupación en los mercados financieros y ha llevado a los analistas a reconsiderar sus predicciones para el crecimiento económico en España.
Banco de España prevé crecimiento económico moderado en España hasta 2026
El Banco de España (BdE) ha presentado su último Informe Trimestral, en el que se prevé que la economía española siga avanzando en los próximos dos años, aunque de forma cada vez más pausada. Se estima que en 2026, la economía española convergerá con su crecimiento potencial, que se sitúa en un 1,7%.
Factores positivos y negativos
Entre los factores que influirán en el crecimiento económico, el BdE destaca la reactivación paulatina de la economía europea y global, el crecimiento poblacional gracias a la inmigración y el avance de las rentas reales. Sin embargo, no se percibirá el efecto positivo de la demanda embalsada de determinados bienes y servicios durante la pandemia, ni el efecto de la contundente subida de tipos de los dos últimos años.
Crecimiento del PIB
Según el informe, a finales de 2026, el PIB nacional se situará casi un 9% por encima del registrado antes del comienzo de la pandemia. Sin embargo, el PIB per cápita será menor, con un crecimiento del 4,8%. En cuanto a la Eurozona, se prevé que el PIB sea un 7,8% superior al observado a finales de 2019, mientras que en términos per cápita, esta brecha ascenderá al 6%.
Demanda interna como soporte del crecimiento
El BdE considera que la demanda interna, es decir, el consumo y la inversión tanto públicos como privados, será el principal soporte del crecimiento económico en los próximos dos años. En particular, el consumo de los hogares será el componente que más aportará al avance del PIB, gracias al aumento de las rentas reales, la creación de empleo y la mejora de la confianza de las familias.
Consumo de los hogares
La entidad destaca que la tasa de ahorro de los hogares españoles se encuentra en niveles elevados, lo que permitirá una cierta corrección a la baja de la tasa de ahorro. Esto, unido a la mejora de la confianza de las familias, hará que el consumo de los hogares sea el principal motor del crecimiento económico.
Inversión productiva
Aunque la formación bruta de capital fijo o inversión productiva sigue siendo debilitada, se prevé que aumente a lo largo del horizonte de proyección. La financiación más barata y el impulso procedente de los proyectos vinculados a los fondos europeos favorecerán la recuperación de la inversión.
Advertencia sobre la inversión
El BdE advierte de que la inversión será el componente de la demanda que presente un menor crecimiento acumulado desde 2019, lo que podría lastrar el dinamismo de la productividad y, por tanto, la capacidad de crecimiento potencial de la economía española de cara al futuro.
Deja una respuesta