Carolina Marín celebra la victoria en el Open de Suiza
La ambición de la campeona olímpica, Carolina Marín, no tiene límites. La múltiple campeona mundial y de Europa quiere más en París 2024, después de un año marcado por las lesiones. Y para lograrlo, tiene que trabajar arduamente y dejarse la piel en cada entrenamiento, tal y como ha revelado ella misma esta semana.
Entrenamientos de alta intensidad
Según la deportista, ella y su equipo han diseñado un plan de entrenamiento especial, al que llaman entrenamientos de alta intensidad. Estas sesiones, en ocasiones, duran más de una hora y se realizan con torniquetes, que cortan la circulación sanguínea.
Yo me pongo dos, uno en cada pierna, y lo que hace es cortarte la circulación, ha detallado Marín. Mi equipo ha calculado muy bien cuánto tiempo tiene que estar el torniquete en funcionamiento y cuánto tiempo lo abrimos. De esta manera, Marín ha señalado que como máximo eran 15 minutos, luego dos o tres minutos de descanso, y otra vez 15 minutos.
Un nivel de sufrimiento máximo
Marín ha confesado que, después de estos entrenamientos, acababa. que no podía casi ni andar. Era un nivel de sufrimiento máximo, pero todo merecía la pena. El objetivo de este tipo de entrenamientos es que, cuando juegas un partido, estás recuperando antes que la otra, porque tu nivel de sangre ha trabajado a una presión máxima, ha explicado la deportista olímpica.
Es como un nivel de sufrimiento máximo, pero sabes que te va a venir muy bien recompensado cuando estás jugando, ha concluido Marín.
Con este entrenamiento, Carolina Marín busca llegar en el mejor estado posible a la Eurocopa y, posteriormente, a los Juegos Olímpicos de París 2024.
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