- El cerebro del 11-S y dos cómplices aceptan responsabilidad por los ataques terroristas a cambio de evitar la pena capital
- Khalid Shaikh Mohammed y dos cómplices aceptan responsabilidad por los ataques del 11-S
- Una década de procedimientos previos al juicio
- Una carta a los familiares de las víctimas
- Audiencia pública prevista para la próxima semana
- La declaración de culpabilidad evita un juicio prolongado
- Los atentados del 11-S
- Khalid Shaikh Mohammed, el cerebro detrás de los ataques
El cerebro del 11-S y dos cómplices aceptan responsabilidad por los ataques terroristas a cambio de evitar la pena capital
En un giro inesperado en el juicio más importante de la historia de Estados Unidos, el presunto cerebro del 11-S, Khalid Sheikh Mohammed, y dos de sus cómplices, Walid bin Attash y Ramzi bin al-Shibh, han aceptado responsabilidad total por los ataques terroristas que ocurrieron en septiembre de 2001, en los que murieron miles de personas. La sorprendente confesión se produjo en el Tribunal Militar de Guantánamo, donde los acusados enfrentaban la pena capital. Sin embargo, a cambio de su confesión, se les ha otorgado una sentencia de prisión perpetua, evitando así la ejecución. Este desarrollo marca un hito en la búsqueda de justicia por parte de las víctimas y sus familiares.
Khalid Shaikh Mohammed y dos cómplices aceptan responsabilidad por los ataques del 11-S
El cerebro de Al-Qaeda, Khalid Shaikh Mohammed, y dos de sus cómplices, Walid bin Attash y Mustafa al-Hawsawi, retenidos en la prisión de Guantánamo (Cuba), han aceptado declararse culpables de los atentados terroristas que mataron a casi 3.000 personas en EEUU a cambio de una sentencia de cadena perpetua, según informó este miércoles el Pentágono.
El proceso que se sigue contra ellos, en custodia en Guantánamo desde 2003, podía acarrearles una sentencia de pena de muerte. Sin embargo, gracias a este acuerdo, evitan la posibilidad de ser condenados a muerte.
Una década de procedimientos previos al juicio
El caso se había visto envuelto en más de una década de procedimientos previos al juicio que se centraban en la cuestión de si las torturas sufridas en prisiones secretas de la CIA habían contaminado las pruebas en su contra.
Una carta a los familiares de las víctimas
La noticia del acuerdo surgió en una carta de los fiscales del tribunal de guerra a los familiares de las víctimas de los ataques del 11 de septiembre de 2001, recogió este miércoles el rotativo The New York Times.
La carta, firmada por el contralmirante Aaron C. Rugh, fiscal jefe de comisiones militares, y tres abogados de su equipo, según dicho medio, especifica que a cambio de la eliminación de la pena de muerte como posible castigo, estos tres acusados han aceptado declararse culpables de todos los delitos que se les imputan, incluido el asesinato de las 2.976 personas enumeradas en el pliego de cargos.
Audiencia pública prevista para la próxima semana
La carta señala que los acusados podrían presentar sus alegatos en audiencia pública a partir de la semana próxima.
La declaración de culpabilidad evita un juicio prolongado
La declaración de culpabilidad evita lo que se preveía como un juicio de entre 12 y 18 meses o, alternativamente, la posibilidad de que el juez militar desestimara confesiones que eran clave para el caso del gobierno.
Los atentados del 11-S
Los detenidos están imputados como organizadores de los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001. Ese día, 19 hombres secuestraron cuatro aviones comerciales: dos de ellos fueron estrellados contra las Torres Gemelas en Nueva York, otro contra el Pentágono, a las afueras de Washington; y otro en un campo de Pensilvania.
Además del cargo de conspiración, estaban imputados por cometer asesinatos en violación de la ley de guerra, de atacar a civiles y de terrorismo.
Khalid Shaikh Mohammed, el cerebro detrás de los ataques
Mohammed, ingeniero educado en EEUU, fue acusado de haber tenido la idea de secuestrar aviones y estrellarlos contra edificios. Los fiscales dijeron que este presentó la idea a Osama bin Laden en 1996, y luego ayudó a entrenar y dirigir a algunos de los secuestradores.
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