- El Ejecutivo no descarta obtener apoyos en el Parlamento para aprobar la reducción de la jornada laboral y muestra firmeza en sus exigencias con los empresarios
- El Ejecutivo no descarta obtener apoyos en el Parlamento para reducir la jornada laboral
- La reforma estrella del departamento de Díaz
- La bajada en el tono con los empresarios
- La postura de la patronal
- La posible abstención del PP
- La posible colaboración de Junts
- El aumento del tono del Gobierno
El Ejecutivo no descarta obtener apoyos en el Parlamento para aprobar la reducción de la jornada laboral y muestra firmeza en sus exigencias con los empresarios
En un giro inesperado, el Ejecutivo ha manifestado que no descarta la posibilidad de obtener apoyos en el Parlamento para aprobar la polémica reducción de la jornada laboral. Esta medida, que tiene como objetivo mejorar la calidad de vida de los trabajadores, ha generado un gran debate en el ámbito político y empresarial. A pesar de las presiones de los empresarios, el Ejecutivo ha demostrado firmeza en sus exigencias, reiterando la necesidad de una reforma que beneficie a la mayoría de la población. ¿Cuál será el desenlace de esta batalla política?
El Ejecutivo no descarta obtener apoyos en el Parlamento para reducir la jornada laboral
El Gobierno mantiene firmeza en sus exigencias con los empresarios y apunta a obtener apoyos en el Congreso para reducir la jornada laboral, según fuentes del más alto nivel en el diálogo social.
La vicepresidenta segunda y líder de Sumar, Yolanda Díaz, trabaja para que el Congreso de los Diputados dé luz verde a una reducción de la jornada máxima legal, aunque no cuente con el visto bueno de la patronal.
Según fuentes conocedoras del estado de las negociaciones, una abstención del PP o la colaboración de Junts están sobre la mesa y podrían facilitar que la medida que promueve la vicepresidencia de Yolanda Díaz acabe viendo la luz.
La reforma estrella del departamento de Díaz
Este punto es clave para dilucidar si la reforma estrella del departamento de Díaz para esta legislatura ve la luz. Por mucho que Trabajo, sindicatos y empresarios negocien, la última palabra la tiene el Parlamento.
Sin una mayoría suficiente en las Cortes, no es posible reformar el Estatuto de los Trabajadores como pretende Díaz para reducir las 40 horas de jornada máxima actuales hasta 37,5 el año próximo.
La bajada en el tono con los empresarios
La bajada en el tono con el que Trabajo se dirige a los empresarios que se ha visto desde julio se interpreta en ese contexto. Desde esa fecha, el departamento de Díaz ha ofrecido una batería de medidas de flexibilidad y ayudas a las pequeñas empresas para tratar de atraer a CEOE al acuerdo.
Un pacto que incluyera a la patronal en la ecuación podría hacer que partidos como PNV o Junts, que tienen muy en cuenta la opinión empresarial, acepten la medida.
La postura de la patronal
La patronal no ha cambiado de posición y su postura oficial sigue siendo de rechazo a la reducción de jornada por ley. Una vía que considera una imposición y una intromisión del Gobierno en la libertad empresarial, cuando esta materia debería regularse en los convenios, defienden.
La posible abstención del PP
Fuentes mencionadas advierten que no es una buena estrategia si lo que pretende CEOE es bloquear la negociación con la confianza de que el Parlamento no acepte un acuerdo sin los empresarios a bordo.
Las citadas fuentes deslizan que no sería sorprendente que el PP se llegase a abstener en una eventual votación parlamentaria de una medida que ven con buenos ojos la mayoría de los votantes de todos los partidos.
La posible colaboración de Junts
En lo que respecta a Junts, el Gobierno tampoco descarta el apoyo de los posconvergentes si la reducción de jornada llega finalmente al Congreso.
Es conocido que Yolanda Díaz y su número dos, Joaquín Pérez Rey, estuvieron de gira por Cataluña en septiembre tratando de cortejar a las patronales regionales Pimec y Foment del Treball, aunque sus líderes no apoyaron los planteamientos del Ejecutivo.
El aumento del tono del Gobierno
Tras varias reuniones en las que Trabajo había suavizado el tono considerablemente hacia la patronal, Yolanda Díaz volvió a cargar las tintas y lanzó una advertencia a los empresarios el jueves.
La vicepresidenta señaló que la oferta de ayudas a las pymes para que puedan bonificarse las cuotas sociales en las contrataciones que hagan por la reducción de jornada, está supeditada a que la patronal firme un acuerdo. El diálogo social tiene que tener incentivos y ser tratado con respeto, afirmó.
En este aspecto, fuentes conocedoras de la negociación señalan que el tiempo se está agotando y que la mesa de diálogo tiene que quedar concluida antes de que acabe el año. Además, confirman que, en caso de que se llegase a un acuerdo solo con los sindicatos, desaparecerían las bonificaciones para las pymes, algo que, estiman, tendría un coste para la patronal.
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