El Fondo Monetario Internacional advierte que la carencia de voluntad política impide llevar a cabo reformas estructurales en el país

El Fondo Monetario Internacional advierte que la carencia de voluntad política impide llevar a cabo reformas estructurales en el país

En un informe reciente, el Fondo Monetario Internacional (FMI) ha emitido una advertencia sobre la situación económica del país, señalando que la carencia de voluntad política es el principal obstáculo para implementar las necesarias reformas estructurales. Según el organismo internacional, la falta de consenso y determinación política entre los líderes del país ha impedido abordar los problemas económicos de fondo, lo que a su vez ha frenado el crecimiento económico y la estabilidad financiera. El FMI insta a los líderes políticos a superar sus diferencias y trabajar juntos para implementar las reformas necesarias para impulsar el desarrollo económico sostenible.

FMI advierte que carencia de voluntad política impide reformas estructurales en el país

La Directora Gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva, ha lanzado un diagnóstico alarmante sobre la situación actual de las reformas estructurales en el mundo. Según el FMI, la falta de voluntad política para enfrentar el malestar y las dudas del electorado ha llevado a una disminución considerable en el ritmo de aprobación de medidas esenciales para encarar la debilidad de la economía, el reto demográfico y la transición ecológica y digital.

La receta de ajustes que se prescribió a las economías en problemas durante la pasada crisis financiera generó un poso de descontento en la población, lo que llevó a muchos ciudadanos a identificar reformas estructurales con recortes. Esta percepción ha generado una falta de voluntad política para implementar las reformas necesarias.

Reformas estructurales en peligro

El FMI destaca que las reformas estructurales se han reducido a la mitad desde la Gran Crisis porque una parte sustancial de las que se plantean nunca se implementan o se aprueban solo después de haberse diluido ante la resistencia creciente de la ciudadanía. Para superar esta situación, el FMI propone que las autoridades deberían esforzarse más por comunicar mejor y que sus estrategias económicas deberían estar respaldadas por un marco institucional sólido que fomente la confianza y un diálogo bidireccional desde las primeras etapas del diseño de las políticas.

Además, el FMI apuesta por una consulta exhaustiva con todas las partes implicadas en esas reformas, pero también con el público en general. De este modo, los gobiernos podrán identificar de qué tipo de medidas pueden acompañar esas reformas para dar respuesta a las preocupaciones personales y sociales que debilitan el apoyo a las mismas.

Fragmentación y polarización

El Fondo Monetario Internacional hace estas apreciaciones en un momento en el que las principales economías del planeta afrontan un contexto complicado en lo político, ya sea por la fragmentación de los parlamentos nacionales y las dificultades para conformar mayorías suficientes con las que sacar adelante las reformas, o ya sea por la polarización creciente de la opinión pública. En ambos casos, los riesgos que esta incertidumbre plantea para la economía son evidentes.

El FMI ya advirtió en el caso concreto español, como también había hecho el Banco de España, que la prolongada fragmentación política interna podría obstaculizar la aplicación de las reformas estructurales y la consolidación fiscal a la que obligan los compromisos asumidos con Bruselas con la entrada en vigor de las nuevas reglas fiscales a partir del año que viene.

La clave para el éxito

Según el FMI, el contexto macroeconómico o político en el que se intentan las reformas puede importar, pero no parece determinante. La resistencia a las reformas a menudo trasciende el interés económico personal y, en cambio, está profundamente arraigada en factores de comportamiento que incluyen percepciones, desinformación y déficit de confianza.

Las reformas estructurales son cambios que modifican los derechos adquiridos y las rentas económicas con el objetivo de mejorar la asignación de recursos en la economía. Inevitablemente, estas políticas crean ganadores y perdedores, y los gobiernos deben centrar sus esfuerzos en aquellas estrategias de información que conciencien sobre la necesidad de las reformas y que corrijan informaciones y percepciones erróneas sobre las medidas y su funcionamiento.

El FMI destaca que es fundamental que los gobiernos se esfuercen por comunicar mejor y por educar a la población sobre la importancia de las reformas estructurales para el crecimiento económico y la estabilidad financiera. Solo de esta manera se podrá generar un consenso social amplio que permita implementar las reformas necesarias para impulsar el crecimiento y el desarrollo económico.