El hijo condenado a 18 años y 11 meses de prisión por asesinar a su madre a cuchilladas en Ripoll
En un veredicto que conmociona a la sociedad, un tribunal ha condenado a 18 años y 11 meses de prisión a un joven que asesinó a su propia madre a cuchilladas en la localidad de Ripoll, en la provincia de Girona. El hecho ocurrió en febrero de 2020, cuando el hijo, en un ataque de furia, atacó mortalmente a su madre en su propia vivienda. La sentencia ha sido emitida después de un proceso judicial que ha revelado los detalles del crimen y ha permitido a los jueces determinar la culpabilidad del acusado. La condena es considerada una de las más severas en la historia reciente de la región.
Condena de 18 años y 11 meses de prisión para el hijo que mató a su madre a cuchilladas en Ripoll
La Audiencia de Girona ha emitido una sentencia condenatoria contra Gerard Pasamontes, el joven que mató a su madre a cuchilladas en la mañana del 31 de octubre de 2021 en Ripoll. La pena impuesta es de 18 años y 11 meses de prisión, además de otras restricciones y obligaciones.
Delitos de asesinato y tenencia ilícita de armas
El veredicto del jurado popular declaró al acusado culpable de los delitos de asesinato y tenencia ilícita de armas. El hijo, que entonces tenía 19 años, atacó a su madre a traición en el interior del piso donde vivían, apuñalándola con una navaja automática y un puñal de combate.
La Fiscalía había pedido 23 años de cárcel, pero la sentencia finalmente impuso una pena de prisión de 18 años y 11 meses. Además, el condenado deberá cumplir con una pena de cinco años en libertad vigilada una vez salga de la prisión.
Restricciones y obligaciones
La sentencia también impone al condenado la prohibición de acercarse a menos de 500 metros de sus familiares durante un período de seis años. Además, deberá pagar una indemnización de 75.000 euros a los familiares de la víctima.
Según la tesis del fiscal, Enrique Barata, la madre del acusado le había reprochado que había vuelto a hacer una fiesta en el piso, a pesar de que se lo tenía prohibido debido a quejas vecinales. Fue entonces cuando el hijo empezó a apuñalar a la madre dentro de la habitación, sin que ni siquiera tuviese tiempo de quitarse la chaqueta, y continuó agrediéndola hasta el umbral de la puerta, donde la mujer acudió para intentar pedir ayuda.
La sentencia de la Audiencia de Girona es un duro golpe contra la violencia familiar y un llamado a la reflexión sobre la gravedad de los actos cometidos en este caso.
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