El misterio del lipedema: descubriendo la enfermedad que afecta a las mujeres de manera desproporcionada con la acumulación de grasa patológica

En el mundo de la salud, existen enfermedades que siguen siendo un misterio para la comunidad médica y científica. Una de ellas es el lipedema, una condición caracterizada por la acumulación de grasa patológica en las piernas, brazos y otros tejidos corporales. Lo más sorprendente es que esta enfermedad afecta de manera desproporcionada a las mujeres, lo que ha generado un gran interés en descubrir sus causas y consecuencias. A pesar de su frecuencia, el lipedema sigue siendo una enfermedad poco conocida y diagnosticada, lo que hace que muchas personas sufran en silencio sin recibir el tratamiento adecuado. En este artículo, exploraremos el misterio del lipedema, sus síntomas, causas y tratamientos, con el objetivo de concienciar y brindar esperanza a aquellos que luchan con esta condición.

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El misterio del lipedema: una enfermedad desconocida que afecta a las mujeres de manera desproporcionada

Marina, Carmen, Ana y Vivian son solo cuatro de las muchas mujeres que sufren de lipedema, una enfermedad desconocida que suele confundirse con la obesidad. Sin embargo, el lipedema va mucho más allá y no se soluciona perdiendo peso. ¿Qué se ha averiguado hasta ahora sobre esta dolencia y cómo pueden enfrentarse a ella las personas afectadas?

Qué es el lipedema

Qué es el lipedema

Clasificado dentro de un grupo de patologías llamadas lipodistrofias, el lipedema consiste en una alteración en la distribución de la grasa corporal, con un aumento desproporcionado del tejido graso en las extremidades. Aunque ocurre con mayor frecuencia en las piernas, también puede afectar a las caderas y los brazos. Por tanto, se produce una desproporción entre la cintura y las extremidades.

Estadios del lipedema

Actualmente, no existe una prueba objetiva e irrefutable –gold standard– para su diagnóstico: hay que hacer una valoración a partir de la historia clínica, los resultados de un examen físico, las manifestaciones clínicas de la paciente y otras comorbilidades o afecciones asociadas.

Orígenes del lipedema

Aunque esta enfermedad fue descrita por primera vez en 1940, ha pasado inadvertida a lo largo de las últimas décadas. De hecho, no fue hasta mayo de 2018 cuando la Organización Mundial de la Salud la aceptó como tal en la Clasificación Internacional de las Enfermedades (CIE-11). Ese mismo año se creó el primer documento de consenso del lipedema en España.

Vinculado a los cambios hormonales femeninos, el origen de esta patología puede deberse a varios factores. Uno de ellos es el hormonal, y afecta principalmente al sexo femenino. De hecho, algunos estudios apuntan a que aproximadamente una de cada 10 mujeres la padecen, aunque la falta de criterios para su diagnóstico y el desconocimiento sobre el lipedema hace que no podamos conocer el porcentaje real de afectadas.

Síntomas del lipedema

El dolor que produce la palpación del tejido es algo muy característico del lipedema. También va acompañado de otros problemas de salud, como un exceso de movilidad en las articulaciones, pérdida de fuerza muscular y alteraciones del sueño. Además, puede convivir con afecciones como alteraciones del sistema venoso, arterial o linfático.

Abordaje multidisciplinar

El tratamiento del lipedema ha estado en continuo cambio en las últimas décadas, y seguramente siga evolucionando en los próximas años. El abordaje debe ser multidisciplinar, involucrando a muchas áreas de la salud, como se recoge en el Consenso del Foro Europeo del Lipedema de 2020.

Rol activo: Es muy importante que sea la paciente quien lidere su tratamiento y gestione su enfermedad. Esto es común a otras dolencias para las que no existe cura, y hace falta introducir hábitos que permitan mejorar sus síntomas y estado de salud a largo plazo.

Fisioterapia y movimiento: Aunque solamos asociarlo a una camilla y un abordaje pasivo, la labor del fisioterapeuta va orientada a fomentar la independencia en las personas con lipedema. Por ejemplo, es muy importante educarlas para que sepan qué es, qué no es y qué hábitos resultan beneficiosos.

Terapia compresiva: Llevar medias de compresión no reducirá el tejido graso ni evitará un aumento de grasa en las piernas si se gana peso. Sin embargo, estudios en personas sanas han mostrado que la compresión tiene un efecto beneficioso sobre el proceso inflamatorio en el tejido subcutáneo.

Tratamiento psicológico: Muchas pacientes pueden presentar dificultades para aceptar su físico o insatisfacción por la forma de su cuerpo y la presión social sobre el ideal de belleza.

Manejo del peso: Si bien el lipedema es una enfermedad por sí misma, un alto porcentaje de pacientes presenta obesidad. Y a su vez, el lipedema empeora con la ganancia de peso.

Nutrición: Es importante que la paciente siga una dieta saludable y conozca el efecto proinflamatorio y antiinflamatorio de los hábitos de alimentación.

Conclusión

En definitiva, la travesía hacia un diagnóstico resulta compleja, ya que el lipedema aún es una enfermedad desconocida por muchos profesionales sanitarios. Un primer paso puede ser contactar con otros pacientes para compartir experiencias. A la comunidad científica nos corresponde seguir indagando sobre sus causas y su diagnóstico para poder detectar a las pacientes afectadas y ofrecerles el mejor tratamiento.

Ángel Calvo

Soy Ángel, un periodista apasionado de la verdad y la objetividad en El Noticiero, un periódico independiente de actualidad nacional e internacional. Mi misión es informar a nuestros lectores con la mayor rigurosidad y transparencia, para que estén al tanto de las últimas novedades de forma imparcial. Con años de experiencia en el mundo del periodismo, me esfuerzo por investigar a fondo cada noticia y presentarla de manera clara y concisa. ¡Sígueme en nuestras plataformas para mantenerte informado de todo lo que sucede en el mundo!

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