La mayoría de los conductores creen que aparcar en pendiente no supone un riesgo para su vehículo, siempre y cuando el freno de mano esté activado. Sin embargo, según un experto en mecánica, dejar la marcha metida al aparcar en pendiente puede tener consecuencias desastrosas para su vehículo. En este artículo, descubriremos por qué esta práctica, aparentemente inocua, puede dañar de manera significativa su vehículo y poner en peligro la seguridad de los ocupantes. A continuación, el experto nos explica los riesgos ocultos detrás de esta costumbre y nos brinda consejos prácticos para evitar problemas futuros.
El peligro de dejar la marcha puesta: ¿Cómo puede dañar tu vehículo y qué alternativas existen para evitar daños?
Una conductora mete la marcha atrás una vez deja estacionado su vehículo. Esta acción, que muchos conductores consideran una medida de seguridad, puede conllevar graves consecuencias para su vehículo. Un experto en mecánica, Carles Durán, ha revelado el peligro oculto de dejar la marcha metida cuando se estaciona en una pendiente o en otro lugar.
En la mayoría de las autoescuelas de España se enseña a los conductores a dejar la marcha metida para evitar que el vehículo se mueva en caso de que el freno de mano falle. Sin embargo, según Durán, esta acción puede ser muy perjudicial para el vehículo si recibe un golpe cuando se encuentra estacionado con la marcha metida.
El riesgo de daños en la caja de cambios
Durán explica que cuando la rueda se mueve, le da movimiento a la caja de cambios. Si el coche se encuentra aparcado y con el punto muerto, el movimiento de la rueda tras un golpe se queda en el palier y no mueve la caja de cambios. Sin embargo, cuando dejamos una marcha embragada, el movimiento de la rueda sí que llega a la caja de cambios, por lo que se pueden producir daños en ella.
La reparación de una caja de cambios manual puede requerir aproximadamente 9 horas de trabajo, con un coste que puede ascender hasta los 4.580 euros. Para mitigar este gasto, algunos talleres ofrecen la opción de reemplazar la caja averiada por una reparada de segunda mano, que puede oscilar entre los 450 y los 1.700 euros, dependiendo del modelo del vehículo.
La alternativa: no dejar la marcha metida
Durán recomienda no dejar la marcha metida cuando se estaciona, ya que esto puede evitar daños en la caja de cambios en caso de que el vehículo reciba un golpe. En lugar de eso, se puede utilizar el freno de mano para asegurar el vehículo.
Es importante destacar que las mejoras tecnológicas en las transmisiones automáticas han permitido bajar el consumo de gasolina o diésel con respecto a las manuales, aunque es preciso indicar que este extra normalmente supone un porcentaje del 5%.
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