El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se negó a hacer declaraciones sobre su próxima cita judicial, asegurando que después de un despacho con el rey no desea referirse al tema.
En un giro inesperado, el jefe del Ejecutivo español, Pedro Sánchez, optó por mantener silencio sobre su próximo comparecencia judicial, a pesar de la creciente expectación generada en torno a este tema. Tras un despacho con el rey, el presidente del Gobierno español decidió no hacer declaraciones sobre este asunto, lo que ha generado más incertidumbre y especulación en torno a los motivos detrás de su decisión. Esta sorpresiva negativa a hablar sobre el tema ha generado un gran interés en la opinión pública, que ansía conocer los detalles de esta cita judicial.
Sánchez se niega a hablar sobre su próxima cita judicial después de despacho con el rey
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se reunió este martes con el rey Felipe VI en el Palacio de la Almudaina, en Palma, en el marco del despacho veraniego. Sin embargo, tras la reunión, se negó a contestar a la prensa sobre su comparecencia ante el juez Juan Carlos Peinado, así como sobre la querella que ha presentado contra el magistrado por posible prevaricación.
Al ser preguntado por los medios de comunicación, Sánchez emplazó a los periodistas a la rueda de prensa que ofrecerá este miércoles en la Moncloa, donde hará balance del curso político. Comprendan que después de un despacho con el jefe del Estado no deba ni pueda ni quiera referirme a ello. Por el respeto que lógicamente debo al despacho que he tenido con el jefe del Estado, sobre esta cuestión no voy a decir nada hasta mañana, declaró el presidente del Gobierno.
En lugar de hablar sobre la comparecencia judicial, Sánchez se remitió a la querella que ha redactado la Abogacía del Estado en su nombre y que se dirige contra el magistrado Peinado, quien investiga a su esposa, Begoña Gómez, por presuntos delitos de tráfico de influencias y corrupción en los negocios.
Sánchez comparecerá este miércoles a partir de las 11.00 horas en el habitual balance del curso político que suele realizar cada año a finales de julio para hacer una valoración del curso político que ahora se cierra. Esta reunión suele ser siempre después del último Consejo de Ministros del curso, que tuvo lugar este mismo martes, justo antes de que el juez Peinado fuera al Palacio de la Moncloa a tomar declaración al presidente del Gobierno como testigo en el caso en el que está imputada su esposa.
La testifical, no obstante, no duró más que unos minutos, ya que Sánchez se acogió a la dispensa que establece la ley para no perjudicar a su mujer en la causa que la investiga. Según el artículo 416 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal (LECrim), una persona puede no declarar como testigo en una causa en la que esté investigado su cónyuge para no perjudicar la defensa de este.
La imagen que se ha producido este martes en la Moncloa ha sido inédita: Sánchez no ha sido el primer presidente del Gobierno que declara como testigo, pero nunca un juez se había trasladado a la sede de la Presidencia para tomar declaración a un jefe del Ejecutivo. Y precisamente este es el motivo que alega Sánchez para querellarse contra el juez Peinado, al argumentar que el instructor debía haberle tomado declaración por escrito.
El magistrado, en cambio, defiende que esta es una circunstancia que se aplica a cargos públicos que hayan tenido conocimiento de hechos por razón de su cargo, mientras que su intención era interrogar a Sánchez como esposo de Gómez, no como presidente.
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