El regreso de Lluís Companys en 1936: ¿un precursor para el caso Puigdemont o un episodio único en la historia política catalana?

El regreso de Lluís Companys en 1936: ¿un precursor para el caso Puigdemont o un episodio único en la historia política catalana?

En el año 1936, el líder político catalán Lluís Companys regresó a Cataluña después de un breve exilio en Francia, un acontecimiento que marcó un punto de inflexión en la historia política catalana. Sin embargo, esta acción política ha generado debate entre los historiadores y analistas políticos sobre si este episodio puede considerarse un precursor para el caso de Carles Puigdemont, quien en 2017 también huyó a Bélgica después de la declaración de independencia de Cataluña. En este artículo, exploraremos las similitudes y diferencias entre ambos casos y analizaremos si el regreso de Companys en 1936 puede considerarse un episodio único en la historia política catalana o si, por el contrario, sentó las bases para futuras acciones políticas similares.

El regreso de Companys: ¿un precursor para el caso Puigdemont o un episodio único?

Lluís Companys, presidente de la Generalitat de Cataluña, saluda a la multitud el 2 de marzo de 1936. Gamma-Keystone via Getty Images

Companys no declaró la independencia, pero proclamó el estado catalán de la República Federal Española. Fue un 6 de octubre de 1936, en una España en la que la Confederación Española de Derechas Autonómas (CEDA) acababa de entrar en el gobierno de la república. Consecuentemente, Lluís Companys y su gobierno fueron detenidos y encarcelados en el buque Uruguay, fondeado en el puerto de Barcelona. Solo un año y medio después, el 1 de marzo de 1936, reaparecía frente a medio millón de personas tras ser amnistiado de la cárcel del Puerto de Santa María, donde cumplía condena de 30 años por un delito de rebelión.

El presidente mártir: de la libertad al fusilamiento

«Traemos el alma pletórica de sentimiento; nada de venganzas, pero sí de un nuevo espíritu de justicia y reparación. Recogemos las lecciones de la experiencia, volveremos a sufrir, volveremos a luchar y volveremos a ganar». Así comenzaba Lluís Companys su discurso desde el balcón de la Generalitat aquel 1 de marzo de 1936, cuando celebraba su puesta en libertad y su ratificación como presidente catalán.

Y no se equivocaba. Volvería a sufrir, porque, tras comandar la Generalitat durante la Guerra Civil y exiliarse a Francia, fue, finalmente, capturado por los nazis y fusilado por el franquismo en 1940.

Puigdemont reaparece en Barcelona, ofrece un mitin y se da a la fuga

«No sé cuánto tiempo pasará hasta que volvamos a vernos».

¿Es comparable el regreso de Companys con Puigdemont? De no haberse inaplicado la ley de amnistía por el juez Pablo Llarena y por la Sala Segunda del Supremo en la instrucción que contra él se sigue por la comisión de un delito agravado de malversación, Puigdemont habría vuelto hoy a Barcelona como Companys en 1936.

Sin embargo, las comparaciones son grotescas porque él ha vuelto con una orden de detención bajo el brazo y la intención de frustrar la investidura del primer secretario del PSC, Salvador Illa, dejando a su paso un episodio caótico en las calles de Cataluña, donde los Mossos ya han activado un operativo de búsqueda.

Dos presidentes, dos destinos

Lluís Companys y Carles Puigdemont, dos presidentes de la Generalitat de Cataluña, dos destinos diferentes, dos luchas por la independencia. ¿Un precedente para Puigdemont? ¿Un caso único en la historia política catalana?

La historia nos muestra que cada caso es único, pero las similitudes entre estos dos presidentes catalanes son evidentes. Ambos lucharon por la independencia de Cataluña, ambos sufrieron la represión y ambos terminaron su vida de manera trágica.

Pero, ¿qué podemos aprender de estos dos casos? ¿Qué nos enseñan sobre la lucha por la independencia y la libertad?

Solo el tiempo y la historia nos darán las respuestas. Mientras tanto, recordamos las palabras de Lluís Companys: «Volveremos a sufrir, volveremos a luchar y volveremos a ganar».