En las redes sociales, un nuevo rete viral ha conquistado la atención de millones de usuarios: el reto Hand in hands (Mano en mano) con perros. La idea es simple: personas y sus perros se toman de la mano y se toman una selfie juntos. Sin embargo, detrás de esta imagen tierna y conmovedora, se esconde una pregunta más profunda: ¿es este reto más que un recuerdo grato y un momento de diversión en las redes sociales? ¿O es un reflejo de la superficialidad de la sociedad, que se enfoca más en la apariencia que en la esencia? En este artículo, exploraremos el significado detrás de este reto viral y reflexionaremos sobre su impacto en nuestra forma de interactuar con los demás y con los animales.
La ilusión de la simpatía: ¿qué oculta el reto viral 'Hand in hands' con perros?
En la era digital, las redes sociales nos bombardean con información y vídeos que consumimos por diversión, entretenimiento o simplemente para desconectar. Los animales de compañía, como perros, gatos, loros y conejos, son los protagonistas de muchos de estos vídeos y retos virales. Uno de los últimos es el conocido como Hand in hands dog challenge, que consiste en colocar la mano encima de la mano de otra persona en frente del perro y ver si éste decide colocar también su pata.
¿Qué lleva a los perros a participar en este reto?
Según Javier Ruiz, educador canino fundador de Dogventura, el aprendizaje por imitación es lo que motiva a los perros a colocar la mano encima de las nuestras. Igual que le enseñas al perro a darte la pata por condicionamiento operante, puede aprender por imitación: ellos ven que alguien (sea una persona u otro perro) lo hace y lo repite.
Sin embargo, Ruiz explica que aprender por imitación no es lo más habitual. De hecho, en una situación como la que se da en los vídeos lo más probable es que el perro acerque la boca (siempre y cuando no haya un fuerte instinto de caza u otros problemas, claro).
El significado detrás del reto
Lejos de tener que ver con la calidad del vínculo o la relación humano-animal, como se comenta en muchos de los vídeos, se trata de un comportamiento poco natural para nuestro perro. El animal no tiene por qué entender qué estamos haciendo y, de hecho, puede ser una situación negativa para él, ya que podría aprender a perseguir la mano.
Dependiendo del perro, puede creer que la segunda mano está haciendo daño a la primera y reaccionar en consecuencia o incluso generarle inseguridad. Habrá perros a los que no les suponga nada y otros, más sensibles o con más instinto de caza, que les suponga un problema.
Las consecuencias del reto
El educador explica que, ante un movimiento rápido, cualquier perro puede reaccionar y realizar un marcaje, reforzando así una conducta que no es positiva. Encima, dependiendo de nuestra reacción, podría ser peor (en caso de que le gritemos o le regañemos).
No obstante, en la mayoría de los casos los perros están habituados a nuestros movimientos, especialmente si hablamos de sus referentes. Pero igualmente, no deja de ser una situación y una reacción rara para ellos. Estos retos no aportan nada más allá de la gracieta y, encima, tienen un riesgo (aunque pequeño) de generar problemas de conducta.
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