En un sorprendente giro de eventos, un pequeño pueblo asturiano se ha coronado como el mejor destino para disfrutar del delicioso plato de arroz, superando a los tradicionales líderes gastronómicos de la costa valenciana y alicantina. Esta noticia ha generado gran revuelo en el mundo culinario, ya que se esperaba que los expertos en arroz de estas regiones ocuparan los primeros puestos. Sin embargo, el pueblo asturiano ha demostrado que su cocina tradicional y su pasión por la gastronomía pueden rivalizar con la mejor oferta culinaria del país. ¿Cuál es el secreto detrás de este éxito? ¿Qué ingredientes y técnicas han permitido a este pueblo asturiano alcanzar la cima de la lista? A continuación, descubriremos los detalles de esta increíble historia.
- Un secreto gastronómico en Asturias: Quince Nudos, el restaurante que reinventa el arroz
- Ribadesella, un pueblo costero con monumentos impresionantes
- Quince Nudos, el restaurante que hace que el arroz sea el rey
- La variedad de arroces en Quince Nudos
- Un menú degustación de 90 euros
- Los postres no se quedan atrás
- Bruno Lombán, el artífice de Quince Nudos
Un secreto gastronómico en Asturias: Quince Nudos, el restaurante que reinventa el arroz
No hay ninguna duda. El arroz es uno de los platos estrella de la gastronomía de España. Sin embargo, siempre pensamos que la mejor versión la encontramos en zonas como Valencia o Alicante.
Pero hay muchas comunidades que poseen dentro de sus fronteras establecimientos donde probar esta receta con un sabor espectacular. Para recalcar una vez más este hecho, nos trasladamos al norte del país, a Asturias.
Ribadesella, un pueblo costero con monumentos impresionantes
Allí se encuentra Ribadesella, un pequeño pueblo costero que acoge muchos turistas por su belleza y monumentos como la Cueva de Tito Bustillo, que es Patrimonio de la Humanidad.
Además, en Ribadesella hay un restaurante con un menú en el cual el arroz es el protagonista, ya que sirven más de diez versiones, cada una más especial. A su vez, presume de poseer un Sol Repsol, uno de los distintivos más importantes en gastronomía.
Quince Nudos, el restaurante que hace que el arroz sea el rey
Quince Nudos abrió en 2012 de la mano del chef Bruno Lombán. Destacan por elaborar platos con ingredientes de proximidad, traídos directamente de la Lonja.
En su página web explican que cuidamos el trato con productores y artesanos locales, para que, de sus manos, lleguen las mejores materias primas a vuestros platos. También especifican que el arroz es su plato estrella.
La variedad de arroces en Quince Nudos
Los tienen divididos en dos grupos. Por un lado, se encuentran los clásicos. En esta categoría hay opciones como el negro tradicional o con bogavante del Cantábrico.
Por otro, están los llamados como gastronómicos. Un ejemplo es el que lleva entrecotte madurado y caldo reducido. También hay otros con productos de mar, como es el caso del de chipirones, ahumado de pria y pesto de albahaca.
El más caro cuesta 43 euros la ración y hay que pedirlo para dos personas como mínimo.
En Quince Nudos también está la posibilidad de pedir un menú degustación que cuesta 90 euros. Está formado por ocho pases que incluyen platos como cremoso de coco, navajas y almejas, pulpo de tapia de Casariego en su jugo o arroz con anguila ahumada, foie y trigueros.
Los postres no se quedan atrás
Los postres no deben quedarse en segundo lugar, ya que son igual de especiales como los arroces. Con el menú degustación, es posible pedirse el milhojas texturizado de chocolates y aguacate, un plato que fusiona lo dulce con lo fresco de una forma muy peculiar.
Bruno Lombán, el artífice de Quince Nudos
Quince Nudos es de Bruno Lombán, un aspirante a geólogo que descubrió el mundo de la cocina y decidió adentrarse de lleno en él. En la página web del restaurante aseguran que trabajó como jefe de cocina en algunos restaurantes ovetenses hasta que tomó la iniciativa de abrir el suyo propio.
En 2024, ganó un Sol Repsol y, según apuntan en la página web de Quince Nudos, su cocina la describe como una filosofía Lombán. Es decir, una combinación única de naturalidad, frescura e innovación, todo ello sin perder de vista los recuerdos y raíces que le han formado.
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