Empresas llegan a septiembre con el reto de implementar planes de desconexión digital
Con el inicio del mes de septiembre, las empresas en España se enfrentan a un desafío crucial: implementar planes de desconexión digital efectivos que garanticen el bienestar y la salud mental de sus empleados. En un contexto en el que la pandemia ha acelerado la digitalización de los procesos laborales, la fatiga digital se ha convertido en un problema cada vez más común entre los trabajadores. Ante esta situación, las organizaciones deben rethink sus estrategias de trabajo y revisar sus políticas de comunicación para fomentar un equilibrio saludable entre la vida laboral y personal de sus empleados.
La desconexión digital, el nuevo reto para las empresas en septiembre
El Ministerio de Trabajo ha añadido la desconexión digital a la mesa de negociación para la reducción de la jornada laboral, con el objetivo de proteger el descanso de los trabajadores una vez ha concluido el horario pactado en el contrato. Esta medida busca blindar el derecho de los trabajadores a no contestar a llamadas, mensajes o correos electrónicos fuera de su jornada laboral.
Un derecho laboral ya recogido por la legislación española, pero que aún no se cumple en su totalidad. Según la Ley Orgánica de Protección de Datos Personales y Garantía de Derechos Digitales, aprobada en 2018, todas las empresas están obligadas a desarrollar un plan para que sus empleados disfruten de este derecho.
Sin embargo, muchas empresas todavía no han implementado este plan, según diferentes despachos consultados. La falta de un registro público en el que depositar los planes de desconexión digital hace que no exista una estadística precisa de cuántas empresas se han dotado de estos.
La importancia de la desconexión digital
La desconexión digital es fundamental para evitar la fatiga informática y proteger el descanso de los trabajadores. Según la counsel de Laboral de Gómez-Acebo & Pombo, Lourdes Escassi, los artículos de nuestro marco normativo establecen que la empresa previa audiencia con los representantes legales de los trabajadores, elaborará una política interna en la que se definan las modalidades de ejercicio del derecho a la desconexión y las acciones de formación y de sensibilización del personal sobre un uso razonable de las herramientas tecnológicas.
La omisión del protocolo de desconexión digital se considera una infracción grave, según el artículo 7.10 de la Ley de Infracciones y Sanciones del Orden Social. Sin embargo, no se previeron sanciones explícitas para aquellas empresas que no cumplan con esta obligación digital.
El Ministerio de Trabajo busca reforzar la norma laboral
El Ministerio de Trabajo quiere incluir la desconexión digital explícitamente en la nueva redacción de la norma laboral, que se negociará en septiembre con la patronal y los sindicatos. Esto busca asegurar que los trabajadores no renuncien a este derecho mediante un acuerdo que quede reflejado en el contrato o en el convenio colectivo.
El objetivo es evitar que el trabajador sea contactado fuera de su jornada laboral, salvo en casos de urgencia determinados que deberán ser reflejados en el convenio y negociados con los representantes de los trabajadores. Además, se busca evitar que el registro de las horas trabajadas no se corresponda con el tiempo que ha dedicado en la práctica el empleado al ser contactado por estas vías.
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