Enagás recibe aprobación de la CNMC para modernizar la planta de Huelva para recibir 'súperbuques' que transportarán gas para todo el territorio español
El pasado día ayer, la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) otorgó su aprobación a Enagás, la principal empresa de transporte de gas natural de España, para llevar a cabo la modernización de la planta de regasificación de Huelva. Esta importante decisión permitirá a la planta recibir 'súperbuques', también conocidos como GNL (Gas Natural Licuado), que tendrán la capacidad de transportar grandes cantidades de gas natural para abastecer a todo el territorio español. Esta iniciativa busca mejorar la seguridad energética del país y reducir la dependencia de combustibles fósiles, al mismo tiempo que se fomenta el desarrollo sostenible de la región.
Enagás recibe aprobación para modernizar planta de Huelva y recibir 'súperbuques' de gas natural licuado
La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) ha otorgado la autorización administrativa a Enagás para ejecutar el proyecto de adaptación de la planta de regasificación de Palos de la Frontera (Huelva) para recibir 'súperbuques' metaneros capaces de almacenar gas natural licuado (GNL) equivalente a 72 piscinas olímpicas o a la demanda de un día de gas natural de toda España.
El objetivo del proyecto es posibilitar el desarrollo de nuevos servicios logísticos de GNL en el Puerto de Huelva, debido al auge del uso de buques de gran capacidad. La empresa hace hincapié en la necesidad de aumentar la capacidad máxima en la que pueda operar la planta.
La planta de regasificación de Huelva entró en funcionamiento en 1988 y, actualmente, cuenta con una capacidad nominal de producción de gas natural de 1.350.000 metros cúbicos de gas natural estándar por hora (Nm3/h) repartida entre nueve vaporizadores. Por su parte, la capacidad de almacenamiento se sitúa en 610.000 metros cúbicos de GNL entre cinco tanques.
El pantalán en el Puerto de Huelva fue concebido inicialmente para ser utilizado por metaneros de hasta 40.000 metros cúbicos. Posteriormente, al tener que recibir metaneros de mayor capacidad de GNL, la DGPEM autorizó la ampliación de las instalaciones a fin de adaptarlas técnicamente a la descarga de buques de hasta 130.000 metros cúbicos.
En 2014, Enagás realizó un estudio de compatibilidad de buques hasta 175.000 metros cúbicos, modificando las defensas existentes, y en marzo de 2017 presentó un estudio de compatibilidad de buques hasta 180.000 metros cúbicos. La empresa cuenta ya con autorización de la Dirección General de la Marina Mercante y de la Autoridad Portuaria de Huelva para el atraque y amarre de este tipo de buques, aunque condicionada a situaciones meteorológicas favorables y supeditada a la subsanación de las limitaciones técnicas de la planta.
El presupuesto estimado para el proyecto es de casi nueve millones de euros. Por su parte, la fianza es de un valor de 178.946,54 euros. Esta garantía se modificará cuando se autorice el proyecto de ejecución de las instalaciones y se concrete y detalle el presupuesto anterior.
El papel de las terminales de GNL ha sido clave para la seguridad y diversificación del suministro de energía tras la invasión de Rusia a Ucrania. España se convirtió el año pasado en el principal reexportador de gas hacia el resto de Europa.
El GNL se transporta en buques metaneros a 160 grados centígrados bajo cero en estado líquido y se descarga en las plantas de regasificación (proceso más caro que el transporte por gasoducto). Mediante un proceso físico, para el que se utilizan vaporizadores con agua de mar, se aumenta su temperatura y, de este modo, se transforma en estado gaseoso para poder inyectarse y transportarse posteriormente por la red de gasoductos.
Según Enagás, el sistema gasista español se ha consolidado como un punto de entrada de aprovisionamiento de gas natural a Europa -España lidera capacidad de regasificación europea con un 30% del total-. Fuentes del sector señalan que la principal ventaja de poseer plantas regasificadoras es tener una mayor independencia energética, ya que estas permiten importar GNL en barcos procedentes de cualquier país.
El operador del sistema tiene plantas de regasificación en Barcelona, Cartagena y Huelva. Además, cuenta con el 50% de la Planta Bahía Bizkaia Gas (BBG), en Bilbao, y el 72,5% de la terminal de Saggas, en Sagunto. Por su parte, la planta de El Musel (Gijón) inició la actividad comercial en verano del año pasado tras años paralizada.
Sin embargo, un estudio del Instituto de Economía Energética y Análisis Financiero (IEEFA) advierte de que más de la mitad de la capacidad europea de importación de GNL podría quedar inservible en 2030. En opinión del organismo, los planes actuales de construcción de instalaciones superará con creces la demanda prevista de GNL para finales de década.
El estudio recalca que la capacidad de las terminales europeas de GNL podría superar los 400.000 millones de metros cúbicos en 2030, frente a los 270.000 millones de metros cúbicos de finales de 2022. Sin embargo, IEEFA indica que la demanda de GNL para final de década se situará alrededor de 150.000 millones de metros cúbicos.
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