La delegación española ha concluido su participación en los Juegos Olímpicos de París con un balance que ha dejado mucho que desear. A pesar de las expectativas generadas antes del inicio de la competición, los resultados no han sido los esperados y el país ha obtenido un resultado decepcionante. Con solo un punto en el medallero, la realidad es que la falta de medallas ha sido un golpe duro para los deportistas y el equipo técnico que los acompañó. Este desafortunado resultado no solo es un revés para el deporte español, sino que también genera dudas sobre la preparación y estrategia empleada para estos Juegos Olímpicos.
Balance decepcionante: España no logra superar las medallas en París
La delegación española no ha cumplido con las expectativas olímpicas en los Juegos Olímpicos de París 2024. El objetivo de batir el récord de medallas de Barcelona '92 no se ha alcanzado, y la sensación de decepción es generalizada.
Un ciclo olímpico de éxitos, pero no en París. El ciclo olímpico (2021-2024) había sido de muchos éxitos para los deportistas españoles, lo que hizo dispararse las predicciones. El propio Alejandro Blanco, presidente del COE, no paró de repetir que el objetivo era superar las 22 medallas y que lo veía más que factible.
L'Equipe y Sports Illustrated predijeron más medallas. La prestigiosa revista deportiva Sports Illustrated situaba la cifra en 28 medallas, mientras que L'Equipe estimó unas semanas antes de la celebración de estos Juegos que España se llevaría 32 medallas.
La competición pone en su lugar a España
La delegación nacional ha obtenido una medalla más que en Tokio 2020 y que en Río 2016, pero también dos menos que en Londres 2012. Todo ello teniendo en cuenta que todos los condicionantes parecían favorecer a España: horario europeo, un país cercano (el desplazamiento de afición era asequible) y una preparación idónea, ya sin el covid.
Cuarto puesto, una maldición para España. El cuarto puesto ha sido una maldición para España, que ha sido el quinto país que más veces se ha quedado a las puertas de la medalla. Desde el judo al taekwondo, pasando por el fútbol femenino, el hockey masculino, la vela o el piragüismo.
La mala suerte de Carolina Marín
La imagen de estos Juegos. Carolina Marín estaba arrasando a su rival en las semifinales del torneo de bádminton y ya acariciaba la final cuando la mayor de las desgracias se cebó con ella: gravísima lesión al conectar un remate y abandonó pese a haber intentado volver a jugar.
Sus llantos, desconsolados, estremecieron a toda España. La onubense sufre una rotura del ligamento cruzado y de los dos meniscos de la pierna derecha y ella misma duda de si volverá a jugar al bádminton.
Muy buen balance general en los equipos
Las medallas de oro en waterpolo femenino y fútbol masculino más la plata de las chicas del baloncesto 3x3 y el bronce de los Hispanos en balonmano hacen que el balance global de los 11 equipos participantes en París 2024 sea muy bueno, especialmente por la 'calidad' de los metales.
El waterpolo femenino sigue alargando su leyenda olímpica. Tras una gran victoria ante Australia, el waterpolo femenino sigue alargando su leyenda olímpica.
Balance por deportes
Atletismo, un gran éxito. Las cuatro medallas (con dos de oro, además) suponen un gran éxito, igualando las preseas conquistadas en Barcelona '92. La marcha ha triunfado (oro en mixta, plata de María Pérez y bronce de Álvaro Martín) y Jordan Díaz ha regalado un magnífico campeonato olímpico en triple salto.
Natación, un fracaso. La era post Mireia Belmonte está siendo dura y el relevo no llega. Hugo González de Oliveira era la gran esperanza, pero no pasó del sexto puesto en su gran especialidad, los 200 espalda.
Piragüismo, un balance regular. Aunque bien es cierto que tres medallas (dos en esprint, una en eslalon) es un buen balance, se esperaba aún más del piragüismo, que se va de París 2024 con tres bronces.
Saúl Craviotto, leyenda olímpica. Para la historia queda Saúl Craviotto como deportista olímpico más laureado de la historia de España (seis medallas) y la pareja Joan Antoni Moreno y Diego Domínguez (terceros en C2) promete grandes alegrías.
Artes marciales, decepción. Se ha echado de menos al kárate (fuera del programa olímpico) y en el judo y en el taekwondo ha habido demasiados 'casis' (muchos combates por la medalla perdidos) y varias decepciones, especialmente con Adriana Cerezo y Niko Shera.
Vela, un oro y una decepción. La vela vuelve a dar alegrías a España con la medalla de oro de Diego Botín y Florian Trittel en el 49er. Sin embargo, se esperaba alguna más, y fue especialmente doloroso el cuarto puesto de Jordi Xammar y Nora Brugman en el 470 después de estar casi toda la prueba en puestos de metal.
Tenis, expectativas no cumplidas. El terremoto mediático provocado por la presencia de Rafa Nadal y Carlos Alcaraz, que además jugaban juntos en el dobles, hizo pensar en un saco de medallas y alguna de oro. Sin embargo, Djokovic apeó pronto al balear e hizo que el murciano se tuviera que conformar con una medalla de plata en individuales.
Natación artística, un bronce. La medalla de bronce lograda por el equipo de natación artística es de gran valor. La ausencia de Rusia nos benefició y solo las chinas (de Anna Tarrés) y las estadounidenses (con Andrea Fuentes) superaron al equipo español, que vuelve a dar una medalla doce años después.
Gimnasia, flojo papel. Había opciones en la Rítmica por Equipos, pero ni siquiera se llegó a la final por los graves errores cometidos, lo mismo que pasó en las actuaciones individuales de Polina Berezina y Alba Bautista.
Boxeo, dos medallas. Dos medallas para romper una sequía de 24 años y grandes actuaciones en general. Ayoub Ghadfa logró una histórica plata en +92 y Enmanuel Reyes un bronce en -92, mientras que Rafa Lozano Jr y José Quiles se quedaron a solo una victoria de cazar metal.
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