Fabricantes de vehículos europeos enfrentan amenaza de multas por 15.000 millones de euros por incumplir la nueva normativa sobre emisiones

Fabricantes de vehículos europeos enfrentan amenaza de multas por 15.000 millones de euros por incumplir la nueva normativa sobre emisiones

La industria automotriz europea se enfrenta a una amenaza millonaria después de que la Unión Europea (UE) anunciara la imposición de multas récord a los fabricantes de vehículos que no cumplan con la nueva normativa sobre emisiones. Según las estimaciones, las sanciones podrían ascender a 15.000 millones de euros, un monto sin precedentes que pone en jaque la viabilidad financiera de muchas empresas del sector. La UE ha establecido nuevos límites para las emisiones de gases de efecto invernadero, y los fabricantes que no logren cumplir con estos estándares deberán hacer frente a las consecuencias económicas. Esta medida forma parte del esfuerzo de la UE para reducir su huella de carbono y combatir el cambio climático.

Fabricantes de vehículos europeos en peligro de multas por 15.000 millones de euros por incumplir normativa de emisiones

Los fabricantes de vehículos europeos temen enfrentar multas por un importe de hasta 15.000 millones de euros debido a la nueva normativa sobre emisiones de CO2, que entrará en vigor en 2025. Según Luca de Meo, consejero delegado de Renault y presidente de la Asociación de Constructores Europeos de Automóviles (ACEA), la industria necesitará mayor flexibilidad para implementar las reglas sobre emisiones y alcanzar los objetivos de transición climática.

El nuevo reglamento europeo CAFE (Corporat Average Fuel Economy) tiene como objetivo forzar a los fabricantes a reducir de forma progresiva las emisiones de los vehículos que venden bajo la amenaza de multas millonarias. La normativa busca prohibir la venta de vehículos particulares con motores de combustión en 2035.

De Meo advirtió de que si se mantiene el nivel actual de matriculaciones de vehículos eléctricos, cuyas ventas sufren un frenazo desde hace meses, la alternativa para el sector será pagar los 15.000 millones de multa o renunciar a la producción de 2,5 millones de vehículos particulares y furgonetas con motores de explosión.

La industria necesita estabilidad en las políticas, dijo De Meo, porque trabaja en ciclos largos, en particular con las inversiones que está haciendo, de unos 250.000 millones para crear factorías de baterías, que suponen en torno al 40% de un vehículo eléctrico.

El presidente de la ACEA insistió en que valdría más hablar de 2025 y de los problemas que se van a plantear ya de forma inmediata a los fabricantes por la norma CAFE, y por eso insistió en que el nuevo Ejecutivo europeo nos tiene que dar un poco más de flexibilidad.

La prohibición de la comercialización de motores de combustión en 2035 es un tema que ya se debatió anteriormente, y tanto Renault como el Gobierno francés querían desplazar ese horizonte a 2040. Sin embargo, De Meo no cuestionó directamente esta prohibición.

La industria automotriz europea está en una situación difícil, y la normativa sobre emisiones es solo uno de los desafíos que enfrentan. La flexibilidad en la implementación de esta normativa es clave para que los fabricantes puedan adaptarse y alcanzar los objetivos de transición climática.