Fallece el príncipe Heinrich de Fürstenberg, líder carismático de la elite internacional de la jet set.
Con gran pesar, la comunidad internacional de la jet set lamenta la pérdida de uno de sus miembros más destacados y carismáticos. El príncipe Heinrich de Fürstenberg, figura ícono de la aristocracia europea y líder indiscutible de la elite internacional, falleció a la edad de 82 años. Conocido por su estilo de vida extravagante y su amor por la velocidad, el príncipe Heinrich era un habitual en los eventos sociales más exclusivos y un frecuente invitado en las fiestas más glamurosas de todo el mundo. Su legado como figura clave en la alta sociedad será recordado durante mucho tiempo.
Fallece el príncipe Heinrich de Fürstenberg, líder carismático de la jet set, a los 82 años
El príncipe Heinrich de Fürstenberg, jefe de una de las familias nobles más influyentes de Alemania, ha fallecido después de una larga y penosa enfermedad. Su muerte llega un año después de la desaparición de su prima, la famosa Ira de Fürstenberg, cuya vida y avatares llenaron las páginas de las revistas del corazón en los años 50 y 60 del siglo XX.
El príncipe Heinrich era el líder de una familia nobiliaria extraordinariamente bien conectada con posición, rango y dinero, y cercana a numerosas familias de la realeza europea como las casas de Grecia, de Mónaco y de Baden. Era cuñado de la atractiva archiduquesa Sofía de Habsburgo (sobrina de la reina doña Sofía y gran personaje de la vida marbellí de los años 80), tío carnal de la princesa Gabriela de Sayn-Wittgenstein-Sayn (ex suegra de la molesta Corinna Larsen), sobrino de la princesa Teresa de Lippe-Weissenfeld (una de las esposas del difunto barón Heini Thyssen) y primo hermano de la recordada condesa Beatriz von Hardenberg (primera esposa de Paco Borbón, duque de Sevilla).
Una vida de lujo y tradición
Príncipes Mediatizados del antiguo Imperio Alemán, Heinrich nació en el castillo de Heiligenberg, en el lago Constanza, en 1950 y sucedió en la jefatura de la casa a su padre el popular y divertido príncipe Joachim (Joki) en 2002 a los 52 años. Recibió una notable herencia en castillos, palacios, obras de arte, 18.000 hectáreas de terrenos forestales productores de buena madera en la Selva Negra e inversiones en la industria cervecera que ha popularizado el nombre de la familia en el mundo.
El príncipe Heinrich se casó en 1976 con la princesa Massimiliana de Windisch-Graetz (hermana del marido de Sofía de Habsburgo, que es asistente al solio pontificio), con quien fue padre de los príncipes Christian y Antonius. En 2003 la familia pasó a residir en el palacio de Donaueschingen, perla de las posesiones de familiares en las fuentes del Danubio.
Un liderazgo controvertido
Su liderazgo no estuvo exento de polémicas. En 2004 vendió las acciones familiares en la emblemática cervecera Fürstenberg, en posesión de la familia desde el siglo XIII y ahora parte de un joint venture de Heineken y Schörghuber. También organizó grandes bailes, altamente cotizados, en Donaueschingen hoy en día abierto al público, y se habló de consumo de drogas.
Un legado cultural y solidario
A pesar de las controversias, el príncipe Heinrich también destacó por su compromiso cultural y solidario. En las últimas décadas, la familia floreció económicamente incrementando su compromiso cultural, solidario y social tras la reestructuración del conjunto patrimonial y la venta del castillo de Hohenlupfen.
Su hijo, el príncipe Christian, de 39 años, es ahora el jefe de la casa y está casado con la alemana Jeannette Griesel, jugadora de polo y entregada de la cría de caballos de raza árabe. Juntos fundaron en 2011 el Fürstenberg Zeitgenössisch, fundación para la promoción del arte contemporáneo con un programa de bolsas para jóvenes artistas, y el Fürstenberg Polo Club.
El príncipe Heinrich de Fürstenberg ha sido sucedido por su hijo el príncipe Christian, quien desde 2022 es miembro del consejo de administración del holding. Su legado vivirá en la memoria de su familia y de la sociedad alemana.
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