En el contexto actual de la sociedad española, la inmigración se ha convertido en un tema de debate candente y polémico. La creciente llegada de personas de diferentes nacionalidades y culturas ha generado un cuestionamiento sobre la capacidad del país para absorber y integrar a estas nuevas poblaciones. Según algunas encuestas, la inmigración se considera el mayor desafío que enfrenta España en la actualidad, superando a otros problemas como la desigualdad económica y la corrupción política. Pero, ¿qué piensan realmente los españoles sobre este asunto? En este artículo, exploraremos las opiniones y percepciones de la sociedad española sobre la inmigración y su impacto en el país.
La inmigración, el gran desafío para España?
El último barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) revela que la inmigración es la respuesta más repetida cuando se pregunta a los españoles por los principales problemas para el país, por delante de cuestiones como el paro o la vivienda.
¿Qué dicen los españoles sobre el problema más grande que enfrentan?
El CIS sitúa la inmigración como el primer problema que los españoles consideran que enfrenta el país, sumando todos los que lo citan como primer (9,4%), segundo (12,8%) y tercer problema (8,2%) más importante. Sin embargo, el profesor del departamento de Sociología y Trabajo Social de la Universidad Pontificia Comillas, Juan Iglesias, subraya que el asunto más citado por los encuestados como primer problema de España es los problemas políticos en general, con un 12,4%.
¿Inmigración o problemas políticos?
Los expertos cuestionan el resultado del barómetro del CIS y atribuyen parte de la responsabilidad a la forma en que se planteó la encuesta. El vicedirector del Instituto de Estudios Sociales Avanzados (IESA) del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), Sebastian Rinken, invita a coger este resultado con pinzas, ya que este barómetro siempre varía en función del tema que esté más de actualidad.
La inmigración, un tema polarizado
Los expertos consultados consideran que el contexto político y la cobertura mediática han influido en el resultado de la encuesta. La profesora de Ciencia Política de la Universidad Rey Juan Carlos e investigadora del Real Instituto Elcano, Rut Bermejo, atribuye el resultado a lo que denomina el efecto agosto, cuando los medios de comunicación prestan más atención a noticias como las llegadas irregulares de migrantes por mar, potenciando una sensación de alarma o sobredimensionando este aspecto.
Además, los expertos cuestionan la elaboración de la encuesta del CIS, que incluye cuestiones que aluden a la inmigración antes de plantear la pregunta abierta sobre los principales problemas para el país. Rinken considera que el diseño del cuestionario conlleva una contaminación y que los autores querían empujar la cuestión a los primeros puestos de preocupaciones.
La instrumentalización política
El contexto político también es importante, ya que cala en la opinión pública. La irrupción de Vox en el tablero político ha normalizado institucional y mediáticamente el discurso antiinmigrante y ha roto el consenso existente entre los dos partidos mayoritarios -PP y PSOE- de que la inmigración es un asunto estructural y que España necesita trabajadores por razones demográficas y económicas.
Los expertos coinciden en que la instrumentalización política ha tenido un impacto en la opinión pública, y que la sensación de descontrol en las fronteras y el sentimiento de ser relegados por una agravio comparativo a la hora de acceder a ciertos recursos como ayudas o becas también influyen en la percepción de la inmigración.
La realidad vs. la percepción
Los expertos destacan que la realidad es diferente a la percepción. La inmigración irregular que llega por mar supone alrededor del 5% de las entradas en total, y los datos oficiales desmienten la correlación entre inmigración y delincuencia.
El Foro para la Integración Social de los Inmigrantes recordó en su último informe que los inmigrantes no copan la sanidad pública, ni quitan el trabajo a los españoles ni reciben más ayudas que los nativos.
Una buena convivencia, a pesar de todo
A pesar de la polarización, los expertos destacan que la relación interpersonales entre españoles y migrantes es más tolerante. Un estudio publicado por el equipo de Rinken este verano refleja que los indicios de rechazo hacia los inmigrantes son favorables en comparación con el entorno europeo.
Rinken advierte que son dos cuestiones muy diferentes la preocupación que las personas manifiestan acerca de las políticas migratorias y la relación que estos tienen con los migrantes en su día a día. España es un país, bajo una óptica, digamos, interpersonal o intergrupal, más tolerante, nítidamente. Ojalá esto siga así, analiza Rinken.
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