En un esfuerzo por fomentar la sostenibilidad y reducir la huella de carbono en nuestras comunidades, se ha lanzado una iniciativa innovadora que busca instalar puntos de recarga para vehículos eléctricos en comunidades de vecinos. Esta medida tiene como objetivo promover el uso de vehículos eléctricos, reducir la contaminación y mejorar la calidad del aire en nuestras ciudades. Al mismo tiempo, se busca fortalecer la conexión comunitaria, fomentando la interacción entre los vecinos y creando espacios de encuentro y diálogo. Esta iniciativa es un paso importante hacia una ciudad más sostenible, donde la tecnología y la comunidad se unen para crear un futuro más limpio y respetuoso con el medio ambiente.
Puntos de recarga en comunidades de vecinos: un paso hacia la sostenibilidad y la conexión comunitaria
El coche eléctrico está cada vez más presente en las carreteras de España, siendo muchos los conductores que deciden apostar por este tipo de vehículos por sus diferentes ventajas. Sin embargo, antes de decidirse por su compra, hay algunos aspectos a considerar, entre ellos, la necesidad de instalar un punto de recarga en la comunidad de vecinos.
La legislación actual permite la instalación de un punto de recarga de uso individual para un coche eléctrico en el garaje de una comunidad de vecinos, sin que exista la posibilidad de que esta última se niegue a que uno de los propietarios realice esta obra para poder cargar su vehículo.
Legislación y normas a seguir
No obstante, si atendemos a la Ley de Propiedad Horizontal (LPH), se establece que la instalación se podrá llevar a cabo siempre que esta se sitúe en la plaza individual de garaje del interesado y que se comunique con antelación a la comunidad de propietarios. El coste de la instalación irá a cargo de los vecinos que la utilicen.
Dado que cada vez son más quienes apuestan por este tipo de vehículos en detrimento de los de combustión, lo más recomendable es que la propia comunidad de vecinos se encargue de realizar un proyecto de instalación de un punto de recarga y se asigne el mejor lugar para situarlo dentro del garaje, de forma que se puedan aprovechar de la misma para cargar sus vehículos todos los vecinos.
Ventajas de la instalación de puntos de recarga
Disponer de cargado en el lugar en el que se aparca el coche es un punto importante a la hora de plantearse la movilidad eléctrica, ya que permitirá eliminar aquellas situaciones en las que el vehículo se puede quedar sin batería. En cambio, contando con un punto de recarga junto al vehículo, es posible asegurarse de que, cada mañana, a la hora de utilizar el vehículo, este se encontrará cargado y listo para ser utilizado.
Además, permitirá evitar tener que dar vueltas en busca de una electrolinera o un punto de recarga público.
Reclamos y aprobación de la comunidad de vecinos
Si un vecino no acude a las juntas de propietarios, ¿puede reclamar? La respuesta es no, ya que la comunidad de vecinos no se puede negar a que se haga la instalación, pero sí que puede obligar a la persona interesada a que siga las directrices marcadas por el proyecto encargado o bien, dar una serie de instrucciones que están enfocadas a evitar que puedan llegar a darse instalaciones discrecionales entre los propietarios.
A la hora de llevar a cabo la instalación de un punto de recarga de vehículos eléctricos hay que tener claro que es necesaria la aprobación de la comunidad de vecinos, que establecerá las directrices para la instalación.
Instalación y seguridad
La línea eléctrica de carga tendrá que ser instalada bajo un tubo homologado, además de que no se podrán usar conductos y cajas comunes para ello. El coste de la instalación será sufragado por parte del vecino interesado, que deberá colocar el punto de recarga instalado en el muro de la plaza de garaje del interesado, sin que pueda ocupar el vuelo las plazas adyacentes a la misma.
También será necesario que se cumpla con la legislación vigente y que el propietario que va a efectuar la instalación entre a la comunidad el boletín de esta.
La instalación siempre debe ser llevada a cabo por un instalador cualificado, independientemente del tipo del cargado del que se trate. Esto es importante no solo por el riesgo que se corre al manipular los diferentes elementos eléctricos, sino porque se trata del personal que podrá garantizar que la instalación cumple con la normativa.
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