Investigadores del CSIC logran eliminar microplásticos del agua con nanoflores de óxido de hierro

Investigadores del CSIC logran eliminar microplásticos del agua con nanoflores de óxido de hierro

En un importante avance en la lucha contra la contaminación por microplásticos, un equipo de investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha desarrollado una innovadora técnica para eliminar estos contaminantes del agua. Gracias a la creación de nanoflores de óxido de hierro, los científicos han logrado eliminar con éxito microplásticos de diferentes tamaños y tipos de agua, abriendo así una puerta para solucionar uno de los problemas ambientales más urgentes de la actualidad. Esta técnica revolucionaria podría ser clave para proteger la salud del medio ambiente y la salud humana, ya que los microplásticos están relacionados con various problemas de salud y daños al ecosistema.

Descontaminación verde: científicos del CSIC eliminan microplásticos con nanoflores de óxido de hierro

Investigadores del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) han desarrollado un proceso innovador y respetuoso con el medio ambiente para eliminar microplásticos provenientes de cosméticos utilizando nanoflores de óxido de hierro. Este avance en la descontaminación de aguas ha sido publicado en la revista Chemical Engineering Journal.

Un proceso eficiente y energéticamente sostenible. En las plantas de tratamiento de residuos se usan procesos muy macro y muy costosos, afirma Álvaro Gallo-Córdova, investigador del Instituto de Ciencia de Materiales de Madrid (ICMM-CSIC) y uno de los autores principales del trabajo. Nuestras partículas se producen por métodos verdes y, además, se pueden reutilizar, agrega.

Las nanoflores de óxido de hierro: la clave para la eliminación de microplásticos

El óxido de hierro es un material magnético con un área superficial elevada que permite atrapar muchos contaminantes de una vez. Cuando se encuentra en forma de nanoflores, tiene un comportamiento magnético cooperativo, lo que mejora sus propiedades magnéticas.

Eliminación en dos etapas

La eliminación de los microplásticos con estas nanoflores se produce en dos etapas. Primero, se colocan sobre los microplásticos y se adhieren a ellos. Con esto logramos que los plásticos se vuelvan magnéticos, y con un imán los retiramos del agua, explica Gallo-Córdova. Luego, una vez que el microplástico está fuera del agua, se hidroliza y, con las mismas nanoflores, se producen radicales libres que degradan los contaminantes orgánicos.

Un proceso que ahorra energía y reduce costos. Todo este proceso se produce a bajas temperaturas, lo que reduce el consumo de energía. Las nanoflores se calientan en presencia de campos magnéticos alternos, y su calentamiento es suficiente para llevar a cabo la reacción de degradación de los contaminantes sin que tengamos que calentar el agua, destaca el investigador.

Un avance notable en la lucha contra el plástico

Estos hallazgos representan un avance notable, afirma Puerto Morales, investigadora del ICMM-CSIC y autora del estudio. Hemos escalado la producción de estas nanopartículas a nivel de gramos y hemos reducido los costes a la mitad, por lo que una mayor escalabilidad industrial conlleva un mayor ahorro económico, concluye.

Este innovador método de descontaminación de aguas es un paso importante en la lucha contra el plástico y la contaminación del medio ambiente.