Jean-Claude Van Damme, en el camino a la redención, se enorgullece de su edad y físico en Instagram (Note: He mantenido la esencia del título origina

En una sorprendente vuelta a la palestra, el actor belga Jean-Claude Van Damme ha decidido mostrar al mundo que sigue en plena forma física a sus 60 años de edad. A través de su cuenta de Instagram, el famoso actor de acción ha compartido una serie de fotos y videos que dejan ver su impresionante condición física, demostrando que la edad no es un obstáculo para mantener un cuerpo atlético y saludable. Con una sonrisa de oreja a oreja y una seguridad en sí mismo que no se veía desde sus días de gloria en la pantalla grande, Van Damme parece estar en el camino a la redención, lista para demostrar que sigue siendo un referente en el mundo del entretenimiento.

Jean-Claude Van Damme, un exponente de redención, se enorgullece de su físico y edad en Instagram

Jean-Claude Van Damme, un exponente de redención, se enorgullece de su físico y edad en Instagram

Antes de dedicarse a la interpretación, Jean-Claude Van Damme fue profesional de las artes marciales y es cinturón negro en shotokan, un estilo de kárate. También practicó kickboxing, muay thai y taekwondo.

Nació en octubre de 1960, lo que le confiere casi sesenta y cuatro años al actor, hijo de una contable y un florista y nacido, en una familia católica, bajo el nombre de Jean-Claude Camille François Van Varenberg.

Practicó artes marciales desde que era un niño y se inició en karate-do estilo Shotokan a los diez años. A lo largo de los años se profesionalizó y, además de abrir su propio gimnasio y de conseguir alcanzar el cinturón negro segundo dan en shotokan y el título de Míster Bélgica, practicó kickboxing, muay thai, taekwondo y ballet, del que dijo: Si puedes sobrevivir a un entrenamiento de ballet, puedes sobrevivir a un entrenamiento de cualquier otro deporte.

Debutó en interpretación a finales de los setenta, como extra en una película de Rutger Hauer de producción belga: Mujer entre perro y lobo. En 1982 hizo acopio de ahorros y emigró a Estados Unidos persiguiendo el sueño de ser actor y, aunque es cierto que durante unos años apenas consiguió trabajo en la industria cinematográfica (aunque, eso sí, los pocos trabajos que hizo fueron muy dignos) y, al fin, en 1988 consiguió el papel de Frank Dux en Contacto sangriento, la película que lo catapultó a la fama y, además, en un género que estaba en su mejor momento: la acción y las artes marciales.

Lo demás es historia: una carrera fulgurante llena de títulos bien recordados, como Doble impacto, Soldado universal o Timecop afianzaron su fama y lo convirtieron en el actor de artes marciales mejor pagado del mundo, al tiempo que su adicción al alcohol y la cocaína, que había comenzado a consumir a principios de los noventa, iban en aumento.

En 1996, llegó a reconocer, su gasto en cocaína ascendía a diez mil dólares a la semana y en 1997 firmó los papeles del divorcio con una acusación sobre la mesa de abuso conyugal y adicción a las drogas.

Y cuanto más alto está la estrella, peor se le perdona un fracaso, y menos cuando no se te da bien gestionarlo. Cobró más de seis millones de dólares por su papel en Street Fighter, que luego se estrelló y que muchos marcan como el principio de su declive, aunque lo que lo condujo al fin fue su propia charlatanería: antes de estrenar con Roger Moore The Quest, y aparentemente embriagado de fama y gloria, Van Damme pregonó a los cuatro vientos que la cinta sería la mejor película de artes marciales desde Operación Dragón. El Ben-Hur de las artes marciales, dijo.

La película, ni qué decir tiene, también fracasó, y sin haberse recuperado del golpe llegó uno de los mayores escándalos en la vida del actor: tras una fiesta en la mansión de Sylvester Stallone en Miami, Van Damme, totalmente ebrio, persiguió a Steven Seagal por varios clubes nocturnos de la ciudad retándolo a pelear.

Aunque sus siguientes películas fueron de mal en peor, Van Damme continuaba teniendo una actitud chulesca que gustó poco a su menguante ejército de fans. En definitiva, fue su comportamiento lo que lo alejó del público y de sus propios compañeros de profesión, y quedó finalmente desplazado de la industria.

Años después, en su reality Jean-Claude Van Damme: Behind Closed Doors, culparía directamente a su drogadicción de las malas decisiones que tomó en su carrera en aquel entonces.

Lo curioso es que no tardó mucho en empezar a trabajar en su redención, pero para entonces ya nadie le hacía caso. En 2008 protagonizó un proyecto de lo más curioso, JCVD, en el que se interpreta a sí mismo viéndose involucrado en un atraco con rehenes y por el que la revista TIME dijo, textualmente, que no se merecía un cinturón negro, sino un Óscar. Pero, como digo, ya pocos le prestaban atención, y ha tenido que trabajar durante más de una década para conseguir hacerse un pequeño hueco en la industria que una vez contempló desde la cima.

Empezó por aceptar proyectos en los que era un secundario (cosa que se había negado a hacer cuando empezó su declive) y participó en cintas que antes había rechazado, como la emblemática de Stallone Mercenarios. Pero, además, se ha sostenido en un perfil profesional bajo pero constante y sereno, y en un continuo esfuerzo por mantenerse cerca del público asistiendo a eventos, salones del cómic y cuantos menesteres le fueran propuestos, además de gestionar (bastante bien) sus redes sociales e interactuar con sus fans.

Ahora, a punto de cumplir sesenta y cuatro años y de estrenar una película en la que volverá a ser protagonista (Kill'Em All 2), presume orgulloso en Instagram de cómo el tiempo ha pasado por su cuerpo entrenado y de haber recuperado gran parte del cariño del público.

En Instagram, se puede ver a Van Damme presumiendo de su físico y edad, orgulloso de haber superado sus errores y haberse redimido. Una verdadera historia de redención, que nos muestra que nunca es tarde para cambiar y luchar por lo que se quiere.

Ángel Calvo

Soy Ángel, un periodista apasionado de la verdad y la objetividad en El Noticiero, un periódico independiente de actualidad nacional e internacional. Mi misión es informar a nuestros lectores con la mayor rigurosidad y transparencia, para que estén al tanto de las últimas novedades de forma imparcial. Con años de experiencia en el mundo del periodismo, me esfuerzo por investigar a fondo cada noticia y presentarla de manera clara y concisa. ¡Sígueme en nuestras plataformas para mantenerte informado de todo lo que sucede en el mundo!

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