La angustia por la deuda: Propietaria desesperada cuenta su experiencia con una inquilina en casa
La crisis económica y la inestabilidad financiera son temas que afectan a miles de personas en todo el país. Una de las consecuencias más comunes es la acumulación de deudas, que puede generar una gran angustia y estrés en aquellos que las padecen. En este sentido, una propietaria desesperada ha decidido compartir su impactante experiencia con una inquilina en su casa, que se negaba a pagar el alquiler a pesar de tener un contrato firme. A continuación, conoceremos los detalles de esta situación límite y cómo la propietaria ha luchado por salir adelante.
La angustia por la deuda: Propietaria desesperada cuenta su lucha contra una okupa en su propiedad
La inquiokupación es un problema cada vez más común en España, y Kathy Díaz es una de las víctimas de esta práctica ilegal. Esta mujer, de Moncofa, en Castellón, ha acumulado una deuda de más de 16.000 euros desde 2020, cuando una inquilina se convirtió en okupa en su propiedad.
El contrato que se convirtió en una pesadilla. Kathy Díaz cuenta que inicialmente había alquilado su piso a la hija de la okupa actual, pero cuando esta se mudó, la madre le pidió alquilar el piso por un año. Me pareció una oferta razonable, ya que me iba a pagar el año completo de una sola vez, recuerda.
Sin embargo, cuando llegó el final del contrato, la inquilina le dijo que quería quedarse, y Kathy Díaz aceptó renovar el contrato con nuevas condiciones. Pero lo que no sabía era que la inquilina tenía intenciones de quedarse sin pagar.
La pandemia y la excusa perfecta
Con el estallido de la pandemia, la okupa le dijo a Kathy Díaz que no tenía dinero ni recursos para pagar la renta, y que estaba amparada por la justicia. Me pedía paciencia, y yo la tuve, pero nunca pensé que estaba firmando un consentimiento para vivir mi peor pesadilla, afirma.
La lucha contra la okupa. Kathy Díaz ha intentado denunciar a la okupa en varias ocasiones, pero la presunta delincuente ha encontrado formas de evitar los procesos judiciales. Hay como cinco juicios parados y seis lanzamientos parados. O no la localizaban, o pedía justicia gratuita, o sus propios abogados renunciaban a su defensa porque no la podían localizar, explica.
La desesperanza y la decisión de no alquilar más
Kathy Díaz ha llegado a un punto de desesperanza, y ha decidido que no volverá a alquilar su piso cuando recupere la posesión. No quiero más inquilinos, ya sean las mejores personas del mundo. El Gobierno no nos ampara y la única solución que veo es no jugármela más. Lo pienso cerrar, concluye.
Una llamada al gobierno. La historia de Kathy Díaz es un llamado al gobierno para que tome medidas efectivas para proteger a los propietarios de viviendas y evitar la inquiokupación. El Real Decreto 11/2020 nos ha destrozado la vida a muchos propietarios, ya que tuvo sentido en un momento dado, pero ahora creo que está de más mantenerlo, afirma.
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