Después de un largo período de 108 años, la antorcha olímpica ha regresado a Atenas, ciudad que fuera cuna de los Juegos Olímpicos en la antigüedad. Este histórico regreso marca el culmen de los Juegos Olímpicos de 2004, celebrados en la capital griega. La antorcha olímpica, símbolo de la paz, la unidad y la amistad entre los pueblos, ha recorrido un largo camino para volver a la ciudad que vio nacer la llama olímpica en el año 1896. Este emotivo regreso es un tributo a la rica historia de Grecia y un reconocimiento a la importancia de los Juegos Olímpicos en la promoción de los valores del deporte y la cultura.
La antorcha olímpica regresa a Atenas después de 108 años, un homenaje a la tradición y la modernidad
Atenas, la cuna de los Juegos Olímpicos modernos, tuvo el honor de albergar nuevamente este magno evento deportivo en el año 2004, después de 108 años de su primera edición. La capital griega se engalanó para recibir a más de 200 naciones participantes, convirtiéndose en los primeros Juegos Olímpicos en superar esta cifra.
La organización de este evento supuso un gran desafío para la ciudad, que tuvo que hacer frente a los costos más elevados hasta la fecha en la historia olímpica. Sin embargo, la ciudad de Atenas se preparó para recibir a los atletas y espectadores de todo el mundo con una serie de eventos y actividades que rindieron homenaje a la tradición y la modernidad del movimiento olímpico.
Un guiño a la historia
Como un guiño a los primeros Juegos modernos celebrados en Atenas en 1896, los organizadores decidieron entregar a los tres finalistas de cada prueba, junto a la medalla, una corona de laurel, símbolo de la victoria y la excelencia en la antigua Grecia. Además, las mascotas oficiales de estos Juegos, Atenea y Febo, fueron bautizadas en honor a los dioses protectores de la ciudad, Atenea, diosa de la sabiduría y la guerra, y Apolo, dios de la luz y las artes.
La delegación española brilla en Atenas 2004
La delegación española tuvo una destacada participación en Atenas 2004, logrando su segunda mejor actuación olímpica hasta ese momento, solo superada por la cosecha de medallas obtenida en Barcelona 1992. Los atletas españoles se alzaron con un total de 19 premios: 3 oros, 11 platas y 5 bronces.
El piragüista David Cal fue el deportista más laureado, con un oro y una plata en su haber. Otros españoles que subieron a lo más alto del podio fueron el gimnasta Gervasio Deferr, en la prueba de salto, y los regatistas Xabi Fernández e Iker Martínez en la clase 49er de vela.
Estrellas internacionales
Atenas 2004 fue el escenario de la consagración de dos extraordinarios atletas que marcarían una época en sus respectivas disciplinas: el nadador estadounidense Michael Phelps y el atleta marroquí Hicham El Guerrouj. Phelps, con solo 19 años, logró 8 medallas (6 de oro y 2 de bronce), igualando el récord de presas obtenidas en una misma edición de los Juegos.
Por otro lado, El Guerrouj, considerado uno de los mejores mediofondistas de todos los tiempos, logró un hito que no se veía desde hacía 80 años: ganar las pruebas de 1.500 y 5.000 metros en unos mismos Juegos.
Legado olímpico
Los Juegos Olímpicos de Atenas 2004 dejaron un importante legado para la ciudad y el país heleno. Además de la construcción y renovación de instalaciones deportivas de primer nivel, como el Estadio Olímpico de Atenas o el Centro Acuático, la cita olímpica supuso un impulso para la modernización de las infraestructuras de transporte y telecomunicaciones.
A pesar de las polémicas surgidas en torno a la organización y el impacto económico, Atenas 2004 pasará a la historia como los Juegos del retorno a casa, del reencuentro de la llama olímpica con la tierra que la vio nacer hace más de dos milenios. Una edición que rindió homenaje a la tradición, al tiempo que abrazaba la modernidad y la universalidad del movimiento olímpico.
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