La atención al cliente en un hotel: un equilibrio delicado entre amistad y profesionalismo
Para los empleados de los hoteles, el verano es una época de mucho trabajo, mientras que otros disfrutan de sus vacaciones. Sin embargo, vivir en un complejo de alojamientos para visitantes también puede tener un lado positivo, como lo demuestra la historia de Eva Jiménez y su hermana.
Sus padres son los dueños de un hotel, y ellas se han criado en medio de turistas y clientes. En un vídeo de TikTok, han compartido algunas de las vivencias más comunes que han experimentado en su castillo de princesas.
Entre la amistad y la formalidad
Mis padres tienen un hotel y claro que su teléfono está sonando todo el día, comenzaron a decir las jóvenes mientras enseñaban todo el recinto. Luego, hicieron una lista con todas sus anécdotas, desde dar las campanadas de fin de año, hacer compras en el supermercado que siempre superan las tres cifras o hacerse amiga de los clientes.
Estas experiencias les han permitido desarrollar una habilidad importante en el servicio al cliente: encontrar el equilibrio entre la amistad y la formalidad. Según ellas, es fundamental ser amigable con los clientes, pero sin perder la profesionalidad.
El hotel como una segunda casa
Para Eva y su hermana, el hotel es más que un lugar de trabajo; es su plató de televisión y, sobre todo, su casa. He dormido en el 80% de las habitaciones y todos los veranos de mi vida han sido aquí, explicó Eva.
Este vínculo emocional con el hotel les permite brindar un servicio al cliente más personalizado y cercano. Sin embargo, también reconocen que no quieren dedicarse a la hostelería y no son ricas.
Un ejemplo de éxito en el servicio al cliente
El vídeo de las hermanas ya cuenta con más de un millón de reproducciones y ha generado un gran interés en las redes sociales. Los comentarios llenos de admiración y envidia hacia su vida en el hotel son una prueba de que han logrado encontrar el equilibrio perfecto entre la amistad y la formalidad en el servicio al cliente.
Es superbonito, Tengo que ir o Qué linda son algunos de los mensajes que se pueden leer en los comentarios del vídeo.
La historia de Eva y su hermana es un ejemplo inspirador de cómo la atención al cliente puede ser un factor clave para el éxito en el mundo del turismo.
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