La banca ajusta sus estrategias y reduce el interés de los depósitos a empresas para enfocarse en mejorar los productos y servicios para particulares
En un cambio significativo en su enfoque, la banca ha decidido ajustar sus estrategias y reducir el interés de los depósitos a empresas, con el fin de mejorar los productos y servicios dirigidos a particulares. Esta decisión se toma en un momento en que la competitividad en el mercado financiero es cada vez más fuerte, y las entidades bancarias buscan diferenciarse y atraer a más clientes. Con esta medida, los bancos esperan incrementar su presencia en el mercado de particulares, ofreciendo soluciones más atractivas y personalizadas para satisfacer las necesidades de este segmento de clientes. Esta nueva estrategia tendrá un impacto significativo en la forma en que las empresas y particulares interactúan con la banca.
La banca ajusta estrategias y reduce intereses para enfocarse en particulares
Una de las principales críticas que ha recibido el sector bancario desde que el Banco Central Europeo (BCE) dio el pistoletazo de salida a las subidas de los tipos de interés ha sido su reticencia a adecuar el interés a pagar por los depósitos a las tasas de referencia del dinero.
La ausencia de necesidad y su apuesta por potenciar otros productos de inversión como las cuentas remuneradas o los fondos monetarios han abonado el caldo de cultivo perfecto para que el pasivo pase sin pena ni gloria por el actual ciclo.
Con una remuneración inferior al 4,25% estipulado por el organismo con sede en Fráncfort el pasado junio, la banca ha establecido diferencias más que notables entre las ofertas enfocadas en el colectivo de las empresas y las dirigidas a particulares, beneficiándose el primero de intereses que en algunos casos han sido un 50% superiores.
Sin embargo, la diferencia ha comenzado a moderarse en los últimos meses al calor de un mayor foco en los depósitos a las familias, y la brecha se reduce a casi el 22%.
Según datos del Banco de España (BdE), el tipo medio de los depósitos a empresas ascendía al cierre del pasado junio al 3,23%, por debajo del techo del 3,58% contabilizado en enero.
El techo se ha alcanzado tras un letargo de varios ejercicios, en el que pasaron, incluso, por el terreno negativo. Ahora echan el freno desde los máximos de quince años, justo lo contrario a lo ocurrido en el segmento minorista, que el pasado junio tocaron una cota inédita en doce años.
En concreto, la remuneración a los depósitos de las familias se ha situado en junio en el 2,65%, un umbral al que no se había acercado desde diciembre de 2012, cuando la tasa media se colocaba en el 2,8%.
El estrechamiento del 'gap' entre ambos segmentos ha tenido lugar en pleno recorte de los tipos oficiales de 25 puntos básicos y se produce después de meses de promociones a medida del cliente, normalmente más opaca que la diseñada para particulares.
Desde el comparador de precios Kelisto ven normal que la banca concentre las rebajas en empresas al ser la única en la que había puesto el foco.
En el nuevo escenario de tipos a la baja y en vistas a una reactivación del crédito que ya ha comenzado a fraguar, la banca ha mejorado el escaparate comercial para este público tras una temporada de resultados semestrales en la que se han podido ver ratios de liquidez expresadas en 'loan to deposit' ('LTD', por sus siglas en inglés) por debajo del 100%.
Un resultado inferior al citado 100% indica que la entidad podría conceder más préstamos en relación con la cantidad de depósitos de los que dispone.
Es, por ejemplo, el caso de Banco Sabadell, que ha cerrado junio en el 95,9%, similar a la de Bankinter (95,6%), al tiempo que se reduce al 83% en el caso de CaixaBank y al 73% en Unicaja, todas ellas de perfil doméstico.
Los datos se dan a conocer mientras el crédito ha comenzado a arrancar, especialmente el tramo de las hipotecas, con un crecimiento de la demanda hipotecaria del 11% con respecto al mismo período de 2023, hasta los 18.500 millones.
El Banco de España solamente monitoriza las entidades registradas en España, pero no así los bancos extranjeros, que han sido especialmente activos en este sentido.
Las entidades nacionales afinan los cuchillos y se suman a esta batalla. Lo hacen después de aflojar el paso con las cuentas remuneradas que ya comienzan a pisar el freno y en medio de la guerra hipotecaria que viven desde hace meses en aras de dar un impulso a la demanda crediticia y captar clientela.
En este contexto, el volumen de depósitos, que incluye tanto ahorro a plazo como cuentas a la vista, contabilizados por los hogares han vuelto a marcar un nuevo récord al cierre de junio por encima del billón de euros.
Solo durante el sexto mes del ejercicio las familias han aportado más de 26.000 millones, 40.000 millones en comparativa interanual. La cifra se eleva a 1,3 billones si se incluye a las empresas no financieras, el mayor de toda la serie histórica.
La letra pequeña es que el dato se ve algo distorsionado por el cobro de la paga extraordinaria de verano que reciben algunos trabajadores.
Cabe destacar que la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) analiza desde hace más un año las razones que han llevado al sector a no haber adaptado el interés de los depósitos al contexto de tipos.
Aún no se sabe cuándo el organismo encabezado por Cani Fernández finalizará dicho estudio, aunque previsiblemente estará listo antes de acabar 2024.
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