La batalla entre la miga y la corteza: Un experto revela el secreto detrás del aumento de peso en el pan

La batalla entre la miga y la corteza: Un experto revela el secreto detrás del aumento de peso en el pan

El aumento de peso en el pan es un fenómeno que ha generado mucha inquietud entre los consumidores y los panaderos. ¿Cuál es el secreto detrás de este incremento? Un experto en panadería ha decidido romper el silencio y revelar la verdad detrás de este fenómeno. Según su investigación, la clave del aumento de peso se encuentra en la batalla entre la miga y la corteza. La miga, suave y esponjosa, y la corteza, crujiente y dorada, parecen estar en un constante enfrentamiento, y este equilibrio es el que determina el peso final del pan. ¿Qué papel juega cada una de ellas en este proceso? En las siguientes líneas, descubriremos los resultados de esta investigación y cómo afecta a la industria panadera.

Desvelado el secreto detrás del aumento de peso en el pan: la corteza es la culpable

Un maestro panadero despeja la eterna duda: ¿qué engorda más, la miga o la corteza de pan?

El investigador Miguel Herrero, del Instituto de Investigación en Ciencias de la Alimentación (CIAL), ha desmentido que la miga de pan engorde más que la corteza, entre otros mitos y creencias alimentarias, en su nuevo libro Los bulos de la nutrición, parte de la colección ¿Qué sabemos de? del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).

La corteza es la culpable

Según Herrero, al tener menos agua, los componentes de la harina, básicamente hidratos de carbono, se encuentran más concentrados en la corteza, por lo que, a igualdad de peso entre la corteza y la miga, habrá una concentración de calorías mayor en la corteza.

Otro mito sobre los alimentos antioxidantes

Otro mito que ha querido matizar Herrero ha sido el referido al repetido beneficio que tendría consumir alimentos antioxidantes.

Según el investigador, no existe una evidencia científica suficiente que revele el verdadero papel de los antioxidantes de la dieta en cuanto a su efecto preventivo frente al desarrollo de enfermedades.

Alimentos antioxidantes no son perjudiciales

No obstante, sí que existen algunos indicios indirectos que permiten pensar que pueden tener un efecto positivo, aunque no se sepa en qué medida, y están apareciendo cada vez más investigaciones que estudian cómo se absorben y metabolizan los antioxidantes de los alimentos en humanos, lo que ayudará a arrojar más luz sobre esta cuestión, ha añadido.

Aditivos en los alimentos

Otros compuestos no exentos de controversia son los aditivos que se emplean para asegurar la conservación de los alimentos o para modificar su sabor, color y aroma.

Aditivos necesarios pero mal entendidos

Según Herrero, a pesar de ser tan denostados, juegan un papel fundamental en la alimentación y son seguros para el consumo.

Hay grupos de alimentos como la miel, los aceites, la mantequilla o la pasta para los que el uso de aditivos está prohibido o limitado, pero existen otros como el vino o las legumbres ya cocidas en bote en los que son necesarios, ha afirmado.

Interpretar el etiquetado de forma correcta

Como consumidores, a veces resulta complicado localizar la información relevante que aparece en la etiqueta de un alimento, o incluso interpretar los mensajes que contiene.

Información nutricional obligatoria

Según Herrero, la información nutricional es una parte esencial de las etiquetas y su inclusión es obligatoria desde 2016.

Además, ha señalado que los ingredientes de un alimento se han de presentar de mayor a menor peso en el etiquetado. Esto significa que, si en un cacao soluble el primer ingrediente de la lista es azúcar, este será el ingrediente que se encuentre en mayor proporción en el producto, y no el cacao, ha indicado el autor.

Declaraciones nutricionales engañosas

A su vez, pueden llevar a error algunas declaraciones nutricionales, como 'rico en fibra' o 'bajo en calorías', que son algunas de las herramientas de marketing más utilizadas por la industria alimentaria.

Herrero ha precisado que son mensajes voluntarios y que su principal problema es que suelen hacer referencia a un componente en concreto, lo que no siempre implica que el alimento pueda ser considerado como saludable.