La cuna del deporte femenino: Estados Unidos y sus contratos multimillonarios iluminan el camino

La cuna del deporte femenino: Estados Unidos y sus contratos multimillonarios iluminan el camino

En un giro histórico para el deporte femenino, Estados Unidos se consolida como el referente global en la lucha por la igualdad salarial y el reconocimiento de las deportistas. Los contratos multimillonarios firmados por algunas de las estrellas del deporte femenino estadounidense han abierto un nuevo camino para las mujeres que buscan dedicarse profesionalmente al deporte. Con la influencia de esta potencia deportiva, el mundo comienza a prestar atención a la valía de las deportistas y a la importancia de brindarles las mismas oportunidades que a los hombres. En este sentido, Estados Unidos se erige como un modelo a seguir para aquellos países que buscan avanzar en la igualdad de género en el deporte.

La lucha por el liderato: Estados Unidos y sus contratos multimillonarios iluminan el camino del deporte femenino

El deporte femenino continúa creciendo en gran parte del mundo. Las miradas de los espectadores, a diferencia de lo que ocurría hace algunos años, ahora también apuntan a deportistas como Alexia Putellas en España o Caitlin Clark en América, jugadoras que están cambiando el rumbo de su deporte. Récords de audiencia, patrocinadores. su popularidad no deja de subir y, como consecuencia, la inversión es mayor, con los países compitiendo para llevarse el mayor número de talento femenino y así conseguir ser el epicentro de un sector que parece solo ir hacia arriba.

El mejor ejemplo de ello es Estados Unidos, con una inversión que se está materializando en contratos millonarios de televisión que, tarde o temprano, acabará trasladándose a las propias deportistas. En lo deportivo, las secciones femeninas de Estados Unidos han sido las grandes dominadoras del siglo XXI si hablamos de dos de los deportes más seguidos del mundo: fútbol y baloncesto. Los resultados deportivos llevan años consiguiéndolos y, ahora, el dinero empieza a acompañar, gracias en parte a una nueva generación que, en baloncesto, viene liderada por un nombre propio: Caitlin Clark.

La WNBA, un cambio radical

Camisetas agotadas en el día del 'draft', récord de audiencia con 2,45 millones de espectadores esa misma fecha y la WNBA viviendo un cambio radical de un día para otro. Sin siquiera empezar la competición, estadios ya colgaban el cartel de 'sold-out' y algunos equipos se veían obligados a la relocalización para hacer frente a la demanda de entradas.

Con la llegada de la ya famosa generación del 2024, la WNBA no tardó en ver resultados y tuvo el mejor primer mes de su historia en lo que a audiencias y espectadores se refiere. Esto, en un año en el que la NBA, propietaria del 60% de la competición, empezaba las negociaciones del nuevo acuerdo televisivo para el próximo 2026 y temporadas posteriores. Ahora, con esa negociación finalizada, la WNBA ha firmado un contrato de 2.200 millones por 11 años con Disney, NBC y Amazon a partir de 2025, 200 millones anuales que se incrementarán con paquetes adicionales hasta cerca de los 260 millones. Cuatro veces más que el actual contrato y con la posibilidad de renegociar a los tres años ante el continuo crecimiento de la competición.

El fútbol femenino también se beneficia

Situación parecida también ha ocurrido en el fútbol femenino, donde la NWSL, la liga de fútbol estadounidense, firmó un acuerdo de 240 millones por cuatro temporadas comenzando en este año, negocio que supone 60 millones anuales, a diferencia del millón y medio que les otorgaba el anterior contrato. Además, en este caso, la financiación se ha complementado con la búsqueda de talento en el exterior, con muchas miradas apuntando a España.

Jugadoras como Vero Boquete ya jugaron allí cuando la exposición era menor, pero ahora ese número crece con futbolistas como Maitane López, Ana Tejada o Esther González, campeona del mundo. Eso sí, la figura con más relevancia que ha cruzado al Atlántico ha sido Jonatan Giráldez, anterior técnico del FC Barcelona femenino, que dejó al mejor equipo del mundo para vivir ese 'sueño americano'.

La inversión y la exposición

Los acuerdos televisivos millonarios son resultado de una gran apuesta por el deporte femenino que, a su vez, repercuten en mejores condiciones muy atractivas para las jugadoras de todo el mundo. La infraestructura, la exposición y, por supuesto, los salarios, son mucho mayores, con el medio de la WNBA situándose en los 147.745 dólares en la pasada temporada, número que subirá cuando la nueva ola de dinero llegue a las franquicias. No todo irá a los equipos y a las jugadoras, pero sí verán como sus ingresos crecen en el futuro próximo.

El reto para España

Tanto en fútbol como en baloncesto, ya son muchas las que ven a Estados Unidos como un destino idílico, por lo que el resto de países deben igualar su apuesta si no quieren quedarse atrás. España, a la carrera y con trabajo pendiente, es uno de esos países que aún no han dado un salto económico a pesar de ser la vigente campeona del mundo en fútbol femenino y contar con un gran palmarés en baloncesto femenino en los últimos años.

En fútbol, muchos se esperaban una evolución en este último año en forma de mejoras para la Liga F, la competición doméstica, pero, lejos de esos deseos, la situación no ha variado. Tenemos los mismos problemas de siempre, afirmaba Aitana Bonmatí, mejor futbolista del mundo, en una entrevista con la BBC en abril. Los campos de césped artificial o la salida de jugadoras españolas al extranjero ponen en evidencia la necesidad de una mayor inversión, una circunstancia que se ve aún más agravada en el baloncesto.

Con la llegada de la LPFF (Liga Profesional de Fútbol Femenino) bajo el nombre de Liga F en 2022, la principal competición femenina del país llegó a un acuerdo de 36 millones de euros en cinco temporadas con DAZN y Mediapro. Este acuerdo se sitúa lejos del de Estados Unidos, pero ya supone un ingreso para la liga. Sin embargo, en la Liga Endesa Femenina, la máxima división nacional de baloncesto, son los propios clubes los que pagan por la retransmisión de un partido a la jornada en Teledeporte, siendo este su principal canal de exposición junto a los canales oficiales de la FEB (Federación Española de Baloncesto) y las cadenas autonómicas.

De esta forma, lejos de esos contratos millonarios y a pesar de las crecientes cifras de audiencia, en España queda mucho para, como poco, acercarse a los números de la WNBA, competición que, al igual que la NWSL, ahora mismo marca el camino del deporte femenino mundial.