La doble identidad: en Olivenza, España y Portugal conviven en armonía
En un contexto de fronteras bien definidas y rivalidades históricas, Olivenza, un pequeño pueblo ubicado en el suroeste de España, ofrece un caso único de convivencia pacífica entre dos naciones: España y Portugal. A pesar de ser una ciudad española, Olivenza cuenta con una fuerte influencia portuguesa en su cultura, idioma y tradiciones. Esta doble identidad no ha generado conflictos, sino que ha dado lugar a una armoniosa coexistencia entre los habitantes de ambas nacionalidades. En este artículo, exploraremos esta singularidad y descubriremos los secretos detrás de esta convivencia ejemplar.
La doble identidad: Olivenza, un pueblo fronterizo donde España y Portugal conviven en armonía
En el sur de España, en la provincia de Badajoz, se encuentra un pueblo que llama la atención por su ubicación geográfica y su historia única. Olivenza es un pequeño pueblo extremeño que se encuentra en la frontera con Portugal y cuenta con una característica curiosa: tanto la nacionalidad española como la portuguesa.
La historia de Olivenza
Las aguas del embalse más grande de Europa occidental, el de Alqueva, bañan las tierras de Olivenza, donde han pasado desde los hombres del Neolítico hasta las culturas romana, visigoda y árabe. Durante la etapa musulmana, en 1230, Alfonso IX conquistó la provincia de Badajoz y entregó territorios de la zona a la Orden de los Templarios.
Fue en 1297 cuando el rey Dionisio I de Portugal acordó con la reina regente de Castilla, María de Molina, que esta le entregase las tierras fronterizas a cambio de no apoyar a sus enemigos durante las guerras civiles en Castilla y León. De esta manera, Olivenza pasó a manos del país vecino.
Bajo el control luso, Dionisio I construyó la primera muralla del pueblo, mientras que su hijo levantó el alcázar y la torre del Homenaje. Olivenza funcionó como una plaza militar fronteriza durante siglos, hasta que en 1801, Napoleón ordenó invadir Portugal, y España aprovechó para firmar un tratado con el que recuperaría las plazas militares tomadas por el país luso.
Un pueblo, dos nacionalidades
Con toda esta larga historia detrás, Olivenza se presenta como un lugar donde confluyen las culturas portuguesa y española. Muchos de sus vecinos se sienten parte del país vecino, y las calles tienen doble toponimia. Los más mayores hablan el dialecto bautizado como portugués oliventino.
Es tal el sentimiento que los habitantes del pueblo pueden obtener la nacionalidad portuguesa y participar en la vida política de la nación lusa, por ejemplo, en los procesos electorales.
Un destino turístico atractivo
Más allá de esta llamativa curiosidad, Olivenza es un bonito pueblo digno de visitar. Sus edificios y monumentos dan testimonio de su larga historia, como el alcázar y la torre del Homenaje, el Puente de Ayuda, el Palacio Municipal y las iglesias de Santa María del Castillo y de Santa María Magdalena.
En la zona también encontramos espacios naturales donde hacer planes al aire libre como la Sierra de Alor y el lago Alqueva.
Cómo llegar a Olivenza
El trayecto en coche desde la ciudad de Badajoz hasta Olivenza es de alrededor de media hora por la EX-107, mientras que desde Mérida asciende a 1 hora y 10 minutos por la A-5.
Visite Olivenza y descubra la rica historia y la belleza de este pueblo fronterizo donde España y Portugal conviven en armonía.
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