La forma federal: ¿cómo cambiaría la estructura política española si se convirtiera en un Estado federal?

La forma federal: ¿cómo cambiaría la estructura política española si se convirtiera en un Estado federal?

En un momento en que la política española se encuentra en un crucial punto de inflexión, la idea de una reforma constitucional que convierta a España en un Estado federal ha vuelto a tomar fuerza. Esta opción, que ya ha sido planteada en varias ocasiones en el pasado, supondría un cambio radical en la estructura política del país, otorgando mayor autonomía a las comunidades autónomas y redefiniendo el papel del Estado central. Pero, ¿qué implicaciones tendría este cambio para la política y la sociedad españolas? En este análisis, exploraremos las posibles consecuencias de una transformación federal en España y qué pasaría si se convirtiera en una realidad.

La forma federal: ¿cómo cambiaría España si se convirtiera en un Estado federal?

Es incuestionable y una muy buena noticia para el sistema político español, celebra el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, el pacto con ERC para investir al socialista Salvador Illa como presidente de la Generalitat de Cataluña. Este acuerdo ha sido calificado como un paso en la federalización de nuestro Estado autonómico, un concepto que se había utilizado hace más de una década para dar respuesta al auge del independentismo catalán.

El federalismo en España: un sistema descentralizado con una Constitución federal

¿En qué consiste un Estado federal y qué diferencias tiene con nuestro Estado autonómico? El federalismo es un sistema de poder descentralizado en el que las diferentes autonomías actúan de manera independiente respondiendo siempre, y en última instancia, a una única Constitución federal. Así, este modelo cuenta con dos estructuras -la federal y la de los estados- que se interrelacionan entre sí.

Existen diferentes tipos de federalismo, como estados simétricos, en los que cada territorio disfruta de las mismas condiciones y competencias que el resto, y estados asimétricos, en los que alguno de los territorios tienen más independencia que otros.

¿Podría España ser un Estado federal?

La oposición cuestiona el modelo de Sánchez, argumentando que se está tomando una decisión que concierne a todos los españoles sin consultarles. Sánchez está pensando en cambiar la fórmula del Estado sin preguntar a los españoles, critica la vicesecretaria de Sanidad y Educación del PP, Ester Muñoz.

Los populares recalcan que es a la mayoría parlamentaria y a las comunidades autónomas a quienes les corresponde decidir el modelo de financiación autonómica, y que este no puede ser objeto de una negociación bilateral con Cataluña.

¿Qué es un Estado federal?

Un Estado federal es un sistema de poder descentralizado en el que las diferentes autonomías actúan de manera independiente respondiendo siempre, y en última instancia, a una única Constitución federal. Este modelo cuenta con dos estructuras -la federal y la de los estados- que se interrelacionan entre sí.

Las competencias en un Estado federal

Uno de los aspectos más destacados de un Estado federal es la fijación de competencias, que pueden ser más o menos amplias que las que actualmente tienen las comunidades autónomas. Además, por norma general, los Estados federales tienen un poder judicial por cada uno de sus Estados parte y tribunales supremos a cargo del Estado central.

Las competencias que corresponden al Estado Central en un Estado federal son la defensa nacional, la política exterior y la garantía de los derechos básicos. En cuanto al resto de materias, son los estados quienes se hacen cargo de ellas.

¿Puede considerarse España un Estado federal?

Hay muchos modelos de Estado federal y el sistema español, en realidad, puede considerarse uno de ellos. En definitiva, el federalismo se define por la coexistencia de un poder central y una serie de poderes regionales, con competencias y recursos diferenciados entre uno y otros, pero con la atribución del poder soberano último al conjunto y no a cada una de las unidades federadas.

De hecho, fue bajo la dirección del exvicepresidente del Gobierno Alfredo Pérez Rubalcaba, en el año 2013, cuando el PSOE presentó una reforma de la Constitución para alcanzar un Estado federal en España, conocida como la Declaración de Granada. Años más tarde, en 2017, lo complementaron con la Declaración de Barcelona, Por el catalanismo y la España Federal, y ambas estuvieron en el programa del partido en las elecciones de 2019.

La historia del federalismo en España se remonta al siglo XIX, cuando, tras la propuesta de varios sectores del republicanismo, se llevó a cabo el primer y único intento de instaurar un Estado federal en España. De este modo, en la Segunda República española y en la Transición se optó por un modelo intermedio entre el federalismo y el centralismo: un Estado integral, en el primer caso, y un Estado de las Autonomías, en el segundo, que se creó en 1978 y supuso un avance histórico en el reconocimiento de la pluralidad y la descentralización de España.

Entre los ejemplos más conocidos de estados federales destacan los Estados Unidos, aunque otros países, como Alemania, Suiza, Argentina, Bélgica, Canadá, Venezuela, la India o Australia, también son federales y cuentan con particularidades propias.