La implementación de la jornada laboral reducida provoca desorden en el sector agrícola y obliga a una redefinición de su modelo de trabajo

La implementación de la jornada laboral reducida provoca desorden en el sector agrícola y obliga a una redefinición de su modelo de trabajo

La reducción de la jornada laboral, medida implementada con el fin de mejorar la calidad de vida de los trabajadores, ha generado un desorden significativo en el sector agrícola. La disminución de horas de trabajo ha llevado a una reducción de la producción y, consecuentemente, a una disminución de la oferta de productos agrícolas en el mercado. Esta situación ha obligado a los productores agrícolas a redefinir su modelo de trabajo, buscando nuevas formas de optimizar la producción y minimizar los impactos negativos de esta medida. En este sentido, es crucial analizar las consecuencias de esta implementación y encontrar soluciones efectivas para garantizar la sostenibilidad del sector agrícola.

La reducción de la jornada laboral genera caos en el campo y obligará a reinventar su funcionamiento

Lejos de la imagen que plasmaran los pintores realistas de finales del siglo XIX, el campo español convive cada vez más con la tecnología más puntera y la modernización llega hasta el último rincón. Sin embargo, la reducción de la jornada laboral que se avecina genera un clima de incertidumbre y obligará a reinventar su funcionamiento.

El plan del Gobierno, que establecerá un máximo de 38,5 horas semanales en 2023 y de 37,5 horas en 2025, afectará de pleno al campo que se verá obligado a adaptar la gran parte de sus convenios colectivos, según la estadística oficial.

Los negociadores sociales se darán cita de nuevo este lunes para tratar de alcanzar un acuerdo, aunque parece imposible que los empresarios se sumen a un acuerdo que no eleva las horas extra ni establece un período transitorio para los sectores que se verán más afectados, como el campo.

Un cambio radical en el campo español

El responsable del Sector Agrario en Comisiones Obreras Industria (CCOO Industria), Vicente Jiménez, explica que en el campo se suele cobrar por hora trabajada sobre la base de un determinado número de jornadas anuales. Por lo que una reducción de la jornada laboral conlleva a un aumento del precio por hora trabajada.

Para el secretario del sector agroalimentario de UGT Fica, Sebastián Serena, la reducción de jornada puede ser una oportunidad para revisar los convenios y adaptarlos a la jornada máxima legal. Sin embargo, el representante de UGT habla de falta de voluntad para cumplir esta misión.

La reducción de jornada y su impacto en la contratación

Preguntado sobre si la reducción de jornada puede influir en la contratación, Jiménez sostiene que si se paga más, haces más atractivo el campo aunque admite que se trata de un trabajo duro. En esta línea, lamenta la diferencia de condiciones respecto a otros empleos similares en Francia durante la vendimia.

Serena (UGT) también rechaza el argumento de que la reducción de jornada conduzca a un aumento de costes, y recuerda que hay otras variables como la productividad y la tecnología.

La reforma une a un campo dividido

Las principales organizaciones agrarias han aparcado el cisma que las divide tras las 'tractoradas', y han hecho oír su voz esta semana para criticar la falta de interlocución directa con Trabajo y Seguridad Social.

En Asaja, vinculada a CEOE, su director general Juan José Álvarez opina que se trata de una reforma nefasta para el campo y pide que se tengan en cuenta aspectos como el incremento de los costes y de la Seguridad Social por la subida del Salario Mínimo.

En COAG, su responsable de relaciones laborales Andrés Góngora, recuerda que el trabajo en el campo se concentra en muy poco tiempo y depende de las condiciones climáticas.

Los productores agrícolas hablan

Plácido Pérez, productor de sandías y de brócoli en Murcia, no oculta su preocupación cuando se le pregunta por la reducción de jornada. No nos gusta, pero acataremos las normas por supuesto. Necesitaremos más gente para hacer lo mismo, asegura este agricultor nacido en Francia.

Pedro José Gómez, ganadero en Pétrola (Albacete) y cuya explotación cuenta con 700 ovejas, así como un campo con cultivos como el cereal, opina que la reducción de jornada nos perjudica y se pregunta cómo se podrán organizar en el futuro.

El tema está en si lo puedo repercutir a mi producto, subraya este productor quien cita el caso del aceite de oliva. No está dando unos beneficios que podamos repercutir en los trabajadores, en los que van a podar los olivos, escardar, a tratar., concluye Gómez.