La imponente fortaleza medieval de Alburquerque, un tesoro histórico a medio camino entre España y Portugal

La imponente fortaleza medieval de Alburquerque, un tesoro histórico a medio camino entre España y Portugal

En el corazón de la región de Extremadura, España, se encuentra un tesoro histórico que ha sido testigo de la rica historia compartida entre España y Portugal. La imponente fortaleza medieval de Alburquerque es un ejemplo sobresaliente de la arquitectura militar del siglo XIII, y su situación estratégica a medio camino entre ambos países la convierte en un lugar de gran interés para los amantes de la historia y la cultura. Con sus muros imponentes y su arquitectura gótica, esta fortaleza es un patrimonio histórico que nos transporta a una época de guerras, alianzas y conquistas. En este artículo, exploraremos la rica historia detrás de esta joya arquitectónica y descubriremos por qué es un lugar que no debe ser pasado por alto.

Descubre la imponente fortaleza medieval de Alburquerque, un tesoro histórico entre España y Portugal

Guardando al pueblo de Alburquerque se sitúa una de las fortalezas más imponentes de la Península Ibérica. Esta localidad de la provincia de Badajoz, que comparte la curiosidad de llamarse igual que la ciudad de Nuevo México, es todavía prueba del legado arquitectónico que la Edad Media dejó en las regiones de España.

A tan solo media hora en coche de la frontera con Portugal se levanta sobre un risco natural este espectacular castillo que está recogido por el paraje de la extensa Sierra de San Pedro en Extremadura.

El Castillo de Luna, una joya arquitectónica

Esta fortaleza que recibe el nombre de Castillo de Luna es una joya arquitectónica del siglo XVIII, construido por orden de Don Álvaro de Luna, uno de los personajes más influyentes de la corte castellana durante el reinado de Juan II de Castilla, y declarado Monumento Nacional en 1924.

Como otros tantos castillos, su objetivo no era otro que el de proteger a la región de los posibles ataques o intrusión portuguesa, dada su cercanía a la frontera.

El Castillo de Luna destaca por un estilo que cuenta con cuatro torres defensivas, una de ellas la Torre del Homenaje, la más importante, porque domina la estructura. Además, está rodeado de una gruesa muralla.

Desde el siglo XX su interior está reformado y ahora es centro de actividades que se puede visitar de forma gratuita y guiada.

Las vistas del Castillo de Luna

Las vistas del Castillo de Luna son tan amplias que bien da cuenta de su posición privilegiada. Desde lo más alto, es posible vislumbrar las dehesas extremeñas llenas de una rica biodiversidad, entre las que destacan especies como el águila imperial o el buitre negro, así como sus campos llenos de ciervos, que en la región se reconocen como venados.

Alburquerque, un pueblo de encanto medieval

No solo el medievo de Alburquerque se encuentra en su Castillo de Luna, también se expresa en sus calles estrechas y empedradas protegidas por la muralla.

Cerca de la fortaleza, además, los visitantes pueden acceder a la Iglesia de Santa María del Mercado, un templo también de estilo gótico que se edificó en el siglo XV.

Pero sin duda, su ambiente medieval aflora todavía más cuando sucede su mayor evento cultural: el Festival Medieval de Alburquerque. Esta fiesta se celebra cada verano, en el mes de agosto, cuando la localidad hace un viaje al pasado.

Durante estos días, las calles del pueblo se llenan de mercadillos y representaciones teatrales recreando las batallas y la vida de la Edad Media, vistiéndose, incluso, con ropa de la época. Hace unos años, incluso, los visitantes debían cambiar sus monedas por maravedís para poder consumir o comprar en sus puestos.

Cómo llegar a Alburquerque

El trayecto en coche desde la ciudad de Badajoz hasta Alburquerque es de cerca de 45 minutos por la EX-110, mientras que desde Mérida asciende a 1 hora y 15 minutos por la A-66, pasando por la EX-100 y la EX-110.

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