La investigación determina que la Policía falló al no impedir el tiroteo en Maine
Una investigación independiente reveló que la Policía de Maine fracasó en su deber al no tomar medidas para prevenir el trágico tiroteo que conmocionó a la comunidad en 2022. Según el informe, los agentes de policía no actuaron con la debida diligencia y no tomaron en cuenta las señales de alerta que podrían haber evitado la tragedia. La investigación concluye que la falta de acción policial permitió que el incidente sucediera, lo que ha generado gran indignación y desilusión entre los familiares de las víctimas y la opinión pública en general.
Investigación determina que la Policía y el Ejército fallaron al no prevenir tiroteo en Lewiston
La investigación sobre el tiroteo masivo que ocurrió el pasado 25 de octubre en la localidad estadounidense de Lewiston, Maine, concluyó que la policía y el Ejército desaprovecharon las oportunidades que hubo para haberlo evitado.
El ataque, perpetrado por Robert Card, un militar en la reserva de 40 años, dejó 18 personas muertas y 13 heridas en un bar y una bolera con un rifle de asalto. Fue el ataque con armas de fuego más mortífero de 2023 en Estados Unidos.
La familia del tirador había alertado a la Policía sobre su salud mental
La comisión independiente para investigar lo sucedido reveló que los superiores de Card eran conscientes de sus alucinaciones, su comportamiento cada vez más agresivo, su colección de armas y sus comentarios acerca de sus intenciones. Sin embargo, ignoraron las recomendaciones del servicio de salud mental del Ejército para que fuera tratado y para asegurarse de que se le quitaban las armas.
Los investigadores admitieron que aunque la autoridad que se tiene sobre un reservista no es tan amplia como la que se puede ejercer sobre un miembro en activo, se desaprovecharon las oportunidades disponibles para ejercer ese poder.
Fallos de comunicación y oportunidades perdidas
La comisión basó sus pesquisas en testimonios de familiares y sobrevivientes de los tiroteos, funcionarios encargados de hacer cumplir la ley y en personal de la Reserva del Ejército de Estados Unidos, entre otros. Revisó además informes y registros de distintas agencias de las fuerzas del orden.
Sus miembros subrayaron que pese a que Card es el único responsable de su propia conducta, había pruebas suficientes para ponerlo bajo custodia e iniciar una petición para confiscarle las armas que tuviera bajo su control o posesión.
Este informe independiente se suma al emitido el pasado julio por el Ejército estadounidense, que también estableció que hubo fallos de comunicación que en caso de no haberse producido podrían haber servido para hacerse una mejor idea de la amenaza que presentaba e intervenir.
El mejor amigo de Card había alertado a sus superiores un mes antes de los ataques, diciendo que creo que va a cometer un tiroteo masivo. Sin embargo, en ese momento se consideró que la situación no era tan urgente como parecía.
La investigación concluyó que se perdieron varias oportunidades que podrían haber cambiado el curso de los hechos. La comisión independiente espera que sus hallazgos contribuyan a prevenir tragedias similares en el futuro.
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