En el corazón de la región de Castilla-La Mancha, se esconde un tesoro arquitectónico y natural que ha sido reconocido a nivel nacional. El pueblo de Villar del Humo, situado en la provincia de Cuenca, ha sido seleccionado como uno de los más hermosos de España gracias a sus pinturas rupestres y su arquitectura tradicional. Este reconocimiento es un orgullo para la comunidad local y un atractivo turístico más para aquellos que buscan disfrutar de la riqueza cultural y natural de nuestro país. En este artículo, descubriremos los secretos que esconden las calles empedradas y las casas encaladas de este pueblo con alma, que nos transporta a una época pasada.
Ayna, el pueblo escondido con pinturas rupestres, uno de los más hermosos de España
Castilla-La Mancha es un destino perfecto en España para hacer turismo rural y desconectar de la ciudad. La sierra del Segura es una de esas zonas que alberga una buena cantidad de pueblos con encanto. Es ahí donde, con los valles del río Mundo, se crea un paisaje único, acompañado de la belleza que tienen estos municipios con aire medieval.
La localidad de Ayna, que tiene poco más de 600 habitantes, es uno de esos lugares de Albacete que merece la pena descubrir. Bañada por las aguas del río Mundo, Ayna se puede considerar un escenario de película. Y es que fue escogida por José Luis Cuerda para su película 'Amanece, que no es poco'.
Un pueblo rodeado de muros de piedra
Una de las particularidades de este municipio albaceteño es que se encuentra entre las paredes de la Sierra del Segura. Al tener estar rodeado de muros de piedra, desde años, sus habitantes han tenido que cultivar en sus terrazas. De esta manera, se ha ido moldeando la ladera de la montaña. Eso sí, siempre se ha respetado el entorno natural que le rodea.
La Ermita de los Remedios y el castillo de Yedra
Desde el conocido mirador del Diablo se puede ver a la perfección la panorámica del pueblo, ubicado en las faldas del monte San Urbán. Una de las visitas obligatorias al hacer turismo en Ayna es la Ermita de los Remedios, donde se puede descubrir la decoración mudéjar. También hay que hacer una parada en las ruinas del castillo de Yedra.
La cueva del Niño, la cuna del arte rupestre
Aunque, sin duda, la cueva del Niño es uno de los puntos más atractivos de esta área. La cueva del Niño está considerada como la cuna del arte rupestre de la provincia de Albacete. Está en la orilla del río Mundo, entre los picos Halcón y Albarda, es decir, cerca del límite con Bogarra.
La gruta cuenta con 60 metros de profundidad y está dividida en dos salas con varias columnas. En sus paredes es donde se pueden ver las pinturas que datan de la época del Paleolítico. Una visita perfecta para todos los turistas que se quieran acercar a la zona.
Recomendaciones para visitar la cueva del Niño
Las recomendaciones para hacer una visita en la cueva, según se puede ver en la web de Turismo de Ayna, dicen que no es un espacio ideal para los menores de ocho años. Otros aspectos a tener en cuenta son que es necesario llevar botas de senderismo, agua y una linterna.
Cómo llegar a Ayna
Para llegar a Ayna desde Albacete se tiene que coger la CM-3203, un recorrido que se hace en 55 minutos. Por ejemplo, si se quiere hacer esta escapada desde Madrid, se debe coger la A-3 y el camino dura algo más de tres horas.
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